Pedro formará el Gobierno más controvertido de toda nuestra democracia. Lo hará de la mano de un fugado de la justicia, de quienes homenajean etarras y de quienes se quieren ir de este país, al que odian con todas sus ganas. A cambio de ese apoyo a Pedro, recibirán impunidad y una serie de prebendas, condonaciones de deudas por despilfarro, se debilitará el Estado de derecho, un desprecio a la separación de poderes saltándose el Poder Judicial, convirtiendo el Ejecutivo en una especie de tribunal de justicia sin necesidad de juicio y jueces. Es tan grave todo ello, que no reparar en ello es una irresponsabilidad de todos. Vean y cierren los ojos, miren para otro lado mientras pisotean la igualdad de todos ante la ley, será implacable contra el pueblo, pero muy indulgente con los políticos; eso no es democracia ni nada que se le parezca, es tiranía. Huele a indecencia que tira p’atrás.
Estamos ante un trueque que huele a soborno institucional. Una patada en todos los morros a la convivencia, a la decencia y a la inteligencia de los ciudadanos. Tratan a todos de imbéciles. Esa compra del poder saldrá de todos los contribuyentes, no lo pagará Pedro y su tropa de su bolsillo.
A mí no me cuadra que este pacto sea aceptado por personas e instituciones decentes. Tampoco me cuadra que esa amnistía pase el relato de constitucionalidad de quienes la exigen (los mismos delincuentes) y de quien se la pondrán en bandeja a cambio de apoyos para gobernar. Comprar el poder, ¿a qué les suena?
De verdad, ¿ustedes no huelen a corrupción? Creo que se le parece mucho. Un Gobierno debe cumplir y hacer cumplir la ley, no se le puede permitir negociar y pactar con delincuentes, es un canto a la corrupción sin límites.
Cada vez estoy más convencido que Pedro será capaz de todo con tal de perpetuarse en el poder. Ustedes mismos. Echarle después de que siembre el país de favores será tarea imposible.
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