EL PERRO, TU SEÑOR
Observo cotidianamente como
los amantes del perro ,que son muchos más que los que no lo tienen, caminan a sus órdenes,
pues el perro marca el paso y las paradas mientras el dueño o dueña solícitos se dedican a recoger sus excrementos , el
perro cuando le parece hace sus necesidades allí donde se le apetece a veces
engaña al dueño y hace como que las hace y no las hace ,el dueño saca su bolsita
de heces , las recoge aun calientes con sumo placer pero el perro me parece que
reniega de verse tan humanizado ,desearía llevar más una vida de perro como aquel
perro que teníamos en la finca donde dormían entre el heno bien arropado y salían del su lecho cuando querían sin horarios
a pasear y correr tras los pájaros o
gatos a sus anchas, veo a perros con cara de pena atados para siempre al riguroso
collar, tiene solo unos minutos si cabe para
correr un poco a sus anchas por el campo,
muchas veces sale con inmensas ganas de orinar y a la primara descarga su vejiga
sin más en una esquina, maceta o farola y se queda tan ancho ,digo tan triste
por su cruel destino, el perro es perro,
debe ser muy querido y bien tratado pero de ahí a veces le visten como si fuera un niño hijo, es un síntoma de locura colectiva que los amantes de la
libertad de los animales nos asombra y no estremece ¿cuánto sufrirían los perros?
si por casualidad un día el perro hablara de tanto humanizarlo ¿cuantas cosas
les diría a sus dueños y no muy bellas de agradecimiento, esa vida de gabardina
y correa es una vida mucho más perra que
la de la libertad del pastoreo, guardián de las casas de campo y ayudante de sus dueños ,
a veces en la ciudad se les encumbra al
don del señor absoluto pues cuando el dueño camina con el perro por la acera, el perro en paralelo a su dueño con
la cadena entre ambos no dejando paso por la acera y te debes de bajar tú de la
acera y no digas nada porque tienes mucho más que oír tu ,que reconocer su
descaro, este verano he visto con asombro en restaurantes buenos al dueño o
dueña con su perro en el regazo y comían del mismo plato, a mi sinceramente me
daba cierto asco y no digas nada porque lo más probable es que te tengas que marchar
agredido al menos verbalmente, lo que me lleva a pensar que el perro está
tratado como un señor pero él se considera esclavo de tanto loco como se puede
observar, he visto perros con gafas de sol, zapatos, gorros y con vestidos en carritos
de bebes, ósea eso no es de recibo, es una locura de sus dueños que muestran en el
animalito su paternidad frustrada pero no es un niño sino un perro a ver si se enteran ,tuve hasta seis perros
en una finca de 5.000 metros cuadrados con buena comida y cama de paja bien tratados, alimentados, vacunados y
desparasitados, como deben de estar, pero perros grandes en pisos sufren mucho y se adaptan porque no conocen
otra vida pero no dejan acortarles la vida, su vida se corta más que si viven
en el campo y tienen muchas más enfermedades por ese sedentarismo absurdo ,sencillamente es la
fiebre de tener un perro y motivo de socialización de sus dueños contando en
parques su virtudes, antes se habla con orgullo
de los hijos hoy como esos no existen, pues hablamos de las maravillas de mi
perrito que solo le falta hablar mejor que no lo hagan porque si lo hicieran sonrojarían
a sus dueños. Otro día hablaremos del deceso perruno, plañideras y cementerios, que esa es otra.
José Ángel Miyares Valle.
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