Putin fue tratado de un cáncer avanzado en abril, según la inteligencia de EE.UU.: «Definitivamente, está enfermo»
La salud del presidente ruso es un tema de intenso debate dentro de la administración Biden después de que la inteligencia estadounidense realizara su cuarta evaluación integral a finales de mayo
La salud de Vladimir Putin es un tema de intenso debate dentro de la administración Biden después de que la inteligencia estadounidense realizara su cuarta evaluación integral a finales de mayo. El informe clasificado de EE.UU. afirma que Putin parece haber resurgido después de someterse a un tratamiento en abril por un cáncer avanzado, dijeron a 'Newsweek' tres líderes de la inteligencia de EE.UU. que han leído los informes.
A los funcionarios de alto rango consultados, que representan a tres agencias de inteligencia distintas, les preocupa que Putin esté cada vez más paranoico sobre su control del poder, un estado que hace que el curso de la invasión de Ucrania sea impredecible. Pero esto, dicen, también hace que las perspectivas de una guerra nuclear sean menos probables.
«El control de Putin es fuerte pero ya no absoluto», indica uno de los altos funcionarios de inteligencia con acceso directo a los informes. «La manipulación dentro del Kremlin nunca ha sido más intensa durante su gobierno, todos sienten que el final está cerca».
Los tres funcionarios, uno de la oficina del Director de Inteligencia Nacional, un oficial superior retirado de la Fuerza Aérea y otro de la Agencia de Inteligencia de Defensa, advierten que el aislamiento del líder ruso dificulta que la inteligencia estadounidense evalúe con precisión el estado de su salud.
«Putin ha tenido pocas reuniones con líderes extranjeros», ha dicho el líder de la DNI consultado por 'Newsweek'. «El aislamiento de Putin ha aumentado los niveles de especulación». «Debemos ser conscientes de la influencia de las ilusiones», advierte el alto mando retirado de la Fuerza Aérea. «Aprendimos, o no aprendimos, esa lección de la manera más difícil con Osama bin Laden y Saddam Hussein».
Algunos observadores dedujeron que el líder ruso padecía Parkinson. Otros insistieron en que era solo su entrenamiento de la KGB, refiriéndose a su postura rígida y su forma de caminar, siempre con el brazo derecho listo para buscar un arma dentro de la chaqueta. Un vídeo de Putin en una reunión del 21 de abril con el ministro de Defensa ruso en el que el presidente agarraba la mesa fue examinado de cerca por analistas de inteligencia, algunos capacitados en diagnóstico remoto y otros en psiquiatría. El consenso fue que Putin estaba enfermo y probablemente muriéndose. Tal vez el aislamiento por el Covid había enmascarado un declive que solo ahora estaba siendo expuesto.
En la aparición del Día de la Victoria del 9 de mayo se vio al líder ruso notablemente hinchado. La salud de Putin y su incapacidad (o reticencia) para declarar la victoria en Ucrania iban de la mano. La inteligencia de EE.UU. estuvo de acuerdo en que su situación era más grave de lo que se pensaba anteriormente, y su agotamiento físico fue igualado por el propio agotamiento de Rusia.
Tres días después, el jefe de inteligencia de Ucrania, el general Kyrylo Budanov, dijo a 'Sky News' que Putin estaba en «muy malas condiciones psicológicas y físicas y que está muy enfermo», y agregó que había planes dentro del Kremlin para derrocarle.
En ese momento se confirmó el rumor de que el personal de seguridad del Kremlin había descubierto un complot ruso para asesinar a Putin. La CIA y los servicios de inteligencia extranjeros recogían historias constantes de discordia en la cúpula de los ministerios de seguridad nacional, así como el deseo de los diplomáticos rusos de desertar hacia Occidente.
«¿Putin está enfermo? Absolutamente. Pero no debemos esperar su muerte para impulsar acciones proactivas de nuestra parte. Un vacío de poder después de Putin podría ser muy peligroso para el mundo», explica el alto funcionario de la Fuerza Aérea.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, descartó cualquier idea de que Putin esté enfermo en una entrevista en la televisión francesa. «No creo que una persona en su sano juicio pueda sospechar ningún signo de enfermedad o dolencia en este hombre», dijo Lavrov, citando las recientes apariciones públicas de Putin. «La insistencia de Lavrov en que todo es normal es tanto una declaración de lealtad a Putin como un diagnóstico que debe ser escuchado», afirmó el funcionario de la DIA.
«Putin definitivamente está enfermo... si va a morir pronto es mera especulación», indica el funcionario de la DIA. «Aún así, no debemos estar tranquilos. Todavía es peligroso, y el caos se avecina si muere. Necesitamos enfocarnos en eso. Hay que prepararse».
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