El desamparo de la víctima de los abusos sexuales del exmarido de Mónica Oltra: «Nadie me creía»
Maite T. M. fue trasladada con esposas desde el centro de menor al primer juicio en el que resultó condenado su educador
«Una vez creía que se hallaba dormida, cogía la mano de la niña y se masturbaba con ella». María Teresa T. M. sufrió los abusos sexuales del que era marido de Mónica Oltracuando tenía catorce años según considera probado la sentencia que condenó a una pena de cinco años de cárcel a Luis Eduardo Ramírez Icardi.
Maite era entones una menor tutelada por la Generalitat. El marido de la vicepresidenta de la Generalitat -imputada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana por un presunto intento de encubrir los abusos- trabaja como educador en la residencia en la que se produjeron los hechos.
Hasta la fecha, nadie desde la Administración valenciana ha pedido perdón a la víctima.
Tampoco ninguna formación política de izquierdas ha tenido unas palabras de apoyo hacia la verdadera víctima del caso. Maite sufrió una dura infancia. Con su padre en la cárcel y su madre con problemas de adicciones, estuvo al amparo de la Generalitat desde que tenía cuatro años.
Los abusos sexuales los sufrió en el centro de menores Niño Jesús de Valencia cuando tenía catorce. Tras denunciar el caso de forma prácticamente a la Policía a instancias de su novio, Luis Eduardo Ramírez Icardi fue llevado a juicio. Maite fue trasladada a la vista oral esposada. Lejos de ser protegida, la niña tutelada por la Generalitat apareció en el juicio contra su agresor con grilletes y custodiada por unos agentes. El mundo al revés. La presidenta del tribunal no ocultó su malestar con la situación y pidió disculpas a Maite.
Aquel juicio se saldó con una condena a Luis Eduardo Ramírez Icardi, quien recurrió. En la repetición del juicio el resultado fue siimlar: una pena de cinco años de cárcel por abusos sexuales a una menor. La ejecución de la condena está pendiente de la resolución que adopte el Tribunal Supremo. En ambas sentencias se apuntó a que en este caso «falló la protección a la víctima», que quedó desamparada.
Ahora, la Justicia investiga si desde la Conselleria de Igualdad que dirige Mónica Oltra se trataron de ocultar los abusos y se intentó desacreditar a la víctima.
En diferentes declaraciones públicas, Maite ha narrado su experiencia. En una ocasión, llegó a declarar que el centro de menores donde residía «todos sabían» que Luis Eduardo Ramírez Icardi «era el esposo de alguien importante». La propia víctima era consciente de que «su mujer era importante y tenía que ver con los centros». Con el paso del tiempo puso nombre y apellidos a aquella persona: Mónica Oltra. Maite declaró públicamente que la vicepresidenta la Generalitat «no es culpable de lo que hizo su exmarido» pero «ocultó mi denuncia».
En ese sentido, Maite lamentó que «no me creía nadie» y narró un episodio con «una psicóloga de la Conselleria» que, según relata, «me decía que lo que estaba contando era un cuento». En dos juicios se ha constatado que su denuncia era real.
La vida no ha ido a mejor para Maite tras alcanzar la mayoría de edad, hasta el punto de que llegó a abrir a principios de este año un crowdfunding con el fin de poder recaudar donativos para comprar comida, leche y pañales para sus bebés y poder alquilar una casa.
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