Ayuso avisa: «Madrid no tolera invasiones de nadie»
Feijoó arropa a la presidenta madrileña en una Real Casa de Correos abarrotada para los premios «de los rebeldes»
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha apelado a «la tercera España» que se aleja de la bronca política. «No vamos a perder el tiempo en batallas estériles», ha dicho, pero también avisa: «Madrid no tolera invasiones de nadie».
Ayuso ha defendido «la España necesaria, que se niega a la confrontación ideológica» entre géneros o clases, la que «es eficaz», y que representa Madrid. Lo define como «una España con ganas», coincidiendo con el eslogan de su campaña para el PP de Madrid. Y pide «que nadie olvide» que la rebelión (en 1808) empezó en Madrid.
El Dos de Mayo es, este año, como los de antes: larguísimo, con cientos de invitados abarrotando los dos patios de la Real Casa de Correos, y con lleno de ex presidentes regionales: Joaquin Leguina, Alberto Ruiz-Gallardón, Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes, Ángel Garrido y Pedro Rollán. Sólo faltaba Ignacio González, borrado de todo acto público desde que fue detenido por el caso Lezo.
El alcalde José Luis Martínez Almeida tampoco ha faltado a la cita.
La representación nacional ha sido también profusa: el ministro Félix Bolaños, apenas acabada su rueda de prensa en la que ha informado de los espionajes al teléfono de Pedro Sánchez y la ministra de Defensa, Margarita Robles, se ha presentado en la Real Casa de Correos para, en compañía de la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González -candidatable para las elecciones madrileñas de 2023- hablar de recuperación económica. Por cierto que, fiel a su estilo, Esperanza Aguirre ha dicho que el asunto del espionaje al teléfono de Pedro Sánchez le recordaba «a las navajitas plateadas de la campaña electoral de hace un año».
Alberto Nuñez Feijoó, presidente nacional del PP -al que la presidenta Ayuso se ha dirigido como «jefe de la oposición»- ha acudido a Sol para escenificar su buena relación con Díaz Ayuso. La plana mayor popular en Madrid estaba en la Real Casa de Correos, buscando su hueco en los nuevos tiempos a punto de inaugurarse en el PP madrileño.
De hecho, la sombra del próximo congreso popular madrileñ (el 20 y 21 de mayo) sobrevolaba este lunes la Real Casa de Correos. Algunos de los que han estado empujando en los últimos años para resucitar un partido que, tras la escandalosa salida de Cifuentes, estaba literalmente muerto en Madrid , lamentaban las declaraciones de Díaz Ayuso a ABC anunciando su intención de «soltar lastre» en la nueva organización del partido. Lo tomaban como una amenaza a quienes «no hemos hecho más que trabajar».
Condecorados
Los premios del Dos de Mayo en Madrid han rendido homenaje este año al cineasta Alberto Mielgo, al astronauta Miguel López Alegría -que prometió llevar su medalla de plata al espacio-, a Hombres G, a la baloncestista Amaya Valdemoro o al productor José Luis López Linares.
Como Medalla de Oro, han sido premiados el chef José Andrés y José Luis Garci. La Cruz de la Orden del Dos de Mayo la han recibido la relojería Losada, la Fundación Manantial, el restaurante Cruz Blanca de Vallecas, y a Vicente Dalmau, de las bodegas Marqués de Murrieta.
Ha habido Encomiendas de número de la Orden del Dos de Mayo al Zoo de Madrid, a Madrid 112, a Luis Maria Anson, a Alicia Alcocer Koplowitz y a la opositora bielorrusa Svetlana Tikhanovskaya.
Las máximas condecoraciones de Madrid, la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo, han ido este año al filósofo Fernando Savater, a los jóvenes de Madrid por su buen comportamiento en pandemia, y a la Policía Nacional y Guardia Civil en servicio en Ceuta y Melilla.
Savater, en representación de los premiados, ha agradecido los galardones, que a su juicio se entregan a «rebeldes, de algún modo», porque «todos lo somos, frente a la mediocridad». Algo que a su modo de ver, «también representa la presidenta, la rebelión». Como ha explicado que estuvo encarcelado en ese mismo edificio cuando era Dirección General de Seguridad en tiempos de Franco, «estar hoy aquí recibiendo este premio lo entiendo como un ascenso social».
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