La primera generación que escribe como una máquina
La letra guarda lo más profundo del hombre y su tiempo. Los expertos observan que las nuevas generaciones han pasado de un modelo caligráfico a uno tipográfico y replican las letras del ordenador. Un reflejo de que hoy damos prioridad a la eficacia por encima de la estética y que deshumaniza el acto de escribir
Se escribe como se es, parafraseando al torero. Y como se está. La letra delata si aquella carta la escribió ebrio, nervioso o con una salvaje y contenida alegría. Es más o menos conocido que la caligrafía –o su análisis– permite sacar una foto muy nítida del momento vital que atraviesa el que desliza el bolígrafo. Pero más allá del retrato psicológico aislado, la escritura sirve para diagnosticar el carácter de un pueblo o las carencias de una generación.
El trazo mediterráneo no tiene nada que ver con el británico o con el de los países nórdicos. Si se miran con detenimiento los escritos de hace medio siglo y se comparan con los cuadernos de los adolescentes de hoy se puede intuir el rastro de una guerra o la omnipresencia de lo tecnológico.
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