La participación en las elecciones francesas baja 3 puntos con respecto a 2017 hasta el 25.48%
Según varios estudios podrían elevarse hasta el 30 por ciento, especialmente entre la obreros, superando el récord de 2002
Los estudios de opinión anuncian un récord histórico de abstención en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, este domingo, agravando la incertidumbre del duelo previsto entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen, confirmando el hundimiento de los partidos políticos tradicionales. A las 12 horas, la participación es del 25,48%, tres puntos menos que en 2017.
Según el estudio de Odoxa para el matutino conservador 'Le Figaro', la abstención pudiera subir hoy hasta el 27,4 %, en una Francia de 67,8 millones de habitantes y 48,7 millones de electores.
Según el estudio de Ipsos para France Inter, cadena pública, la ascensión pudiera ascender al 30%. Entre 13 y 14 millones de franceses pudieran abstenerse, complicando previsiones, agravando incertidumbres.
Históricamente, las presidenciales son la matriz del sistema político francés, desde su fundación, entre 1958 y 1962. Casi siempre han tenido una participación importante, superior al 70%, las más de las veces.
El último récord de abstención coincidió con un cataclismo histórico. En 2002, la abstención subió al 28,4 %, y Jean-Marie Le Pen, patriarca de las extremas derechas, eliminó a Lionel Jospin, candidato socialista, por 16,86 contra 16,18 en la la primera vuelta de aquellas presidenciales. Jacques Chirac derrotó a Le Pen en la segunda, por 82,21 contra 17,79. Pero aquel triunfo de la extrema derecha forma parte de la mitología política nacional.
Veinte años más tarde, Marine Le Pen, hija del patriarca, solo está a 2 puntos de diferencia de Macron, en las intenciones de voto en la segunda vuelta, dentro de quince días. Pero el riesgo de abstención oscila hoy entre el 27,4 y el 30 %. Excepcionalmente alta.
Según Ipsos y Odoxa, la tentación y riesgo de abstención es bastante alto entre obreros y clases sociales modestas. Si esa fuese la tendencia, la abstención podría favorecer a Macron: el 35% de los obreros vota extrema derecha desde hace veinte o treinta años.
Según los mismos institutos de opinión, la determinación a votar es alta o muy alta entre los electores de Macron y los electores de Éric Zemmour. Se trata de un dato que puede interpretarse de dos maneras: el voto ultra derechista puede favorecer a Le Pen en la segunda vuelta; pero la determinación del electorado moderado pudiera confirmar la reelección del presidente saliente.
Todos los institutos de opinión coinciden en otro punto capital: los partidos de izquierda y derecha tradicionales, PS, PCF, Los Republicanos, son víctimas de un cansancio, hastío e indiferencia de sus electorados tradicionales. Detalle que pudiera confirmar el duelo anunciado entre Emmanuel Macron, favorito, y Marine Le Pen, que espera consumar una victoria histórica, con un margen bastante alto de incertidumbre final.
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