Feijóo apuesta por portavoces de perfiles centristas y moderados
En el Congreso habrá un número dos de apoyo a Cuca Gamarra, que será quien se enfrentará a Sánchez
En el Senado, el reparto de puestos dependerá del papel del líder del PP, que confía en Montserrat en Bruselas
Son días de incertidumbre y nerviosismo entre algunos diputados y senadores del PP, ante las decisiones que Alberto Núñez Feijóo puede tomar para adaptar los grupos parlamentarios a la nueva situación del partido. Los cambios, por ahora, han afectado al núcleo duro de Génova y al Comité Ejecutivo Nacional, pero todos miran ahora al Congreso y el Senado, donde estos días se multiplican las quinielas sobre los posibles nombramientos. En el equipo de Feijóo aseguran que no está claro que se vaya a producir un relevo de portavoces, pero tampoco lo descartan. Sí se da por sentado que habrá movimientos en la dirección de los grupos parlamentarios. Los perfiles que está buscando Feijóo están todos cortados por el mismo patrón:políticos solventes, con experiencia, gestores, capacidad de diálogo, alejados del griterío y el enfrentamiento estéril e identificables con la moderación y la centralidad.
Ese perfil responde, según reconocen en el entorno de Feijóo, a los vicesecretarios elegidos para Génova y no debería ser diferente para el Congreso y el Senado, donde quiere además políticos capaces de buscar el entendimiento con el grupo mayoritario en cuestiones de Estado.
En el Congreso se mantiene la incógnita sobre la continuidad de Cuca Gamarra como portavoz titular. Podría compatibilizar ese puesto con el de secretaria general, y contar con un viceportavoz, que sería su número dos para el trabajo diario del Parlamento. En el Senado, todo dependerá de si Feijóo decide al final ser designado senador por el Parlamento gallego o no. Yen el Parlamento Europeo, fuentes próximas a Feijóo subrayan que este mantiene una buena relación con Dolors Montserrat, entre ambos hay confianza y comunicación y no parece entrar en los planes del presidente del partido sustituirla como portavoz.
Los cambios pendientes están condicionados, además, por la duración de la legislatura. Como mucho quedan 18 meses por delante, un periodo corto para alguien recién llegado a la primera línea política nacional. Los grandes cambios en el partido, afirman fuentes populares, llegarán realmente cuando Feijóo pueda hacer sus propias listas electorales, y cuando él sea diputado. Pero para eso tienen que celebrarse elecciones generales, y en el nuevo PP no se fían de la palabra de Sánchez sobre su intención de agotar el mandado. No descartan ningún escenario, ni siquiera que haya elecciones el próximo otoño.
Número uno claro
En este contexto, en el Congreso lo que sí está decidido es que Gamarra actúe como número uno del PP, en ausencia de Feijóo, que no tiene escaño. Ese será su papel, debatirá cara a cara con Pedro Sánchez en los plenos y se sentará en el escaño que correspondería al presidente del partido y jefe de la oposición. Lo que también es un hecho es que tendrá un número dos, alguien que ayude a su jefa de filas en el día a día y debata con las vicepresidentas en las sesiones de control. Podría designarse como portavoz o como viceportavoz, pero la número uno parlamentaria seguiría siendo Gamarra.
Entre los nombres que más están sonando estos días figura el de José Antonio Bermúdez de Castro, un veterano leonés, diputado desde 1996, aplaudido por todo el Grupo Popular y con cualidades y conocimientos parlamentarios que le convierten en imprescindible en cualquier equipo del Congreso. Su elección supondría además compensar en parte el poco peso que ha conseguido Castilla y León en la dirección de Génova, donde Alfonso Fernández Mañueco y Fernando López Miras han sido los barones con menos influencia.
Junto a Bermúdez de Castro, los populares ven otras opciones, por ejemplo la del andaluz Carlos Rojas, que ya fue portavoz en el Parlamento de Andalucía. Su elección reforzaría aún más a Juanma Moreno como uno de los pesos fuertes del nuevo PP junto a Feijóo, algo que a estas alturas, tras situar a Elías Bendodo como coordinador general y a Juan Bravo como responsable de Economía, no parece necesario. También se habla de dos gallegos:Jaime de Olano y Marta González. Los dos fueron vicesecretarios con Casado, pero el primero se mantuvo hasta el final y la segunda fue sustituida por Pablo Montesinos en Comunicación. Las quinielas se completan con el actual secretario general del Grupo, Guillermo Mariscal, y el diputado Mario Garcés, con perfil más aguerrido.
En el Senado todo depende de la decisión que tome Feijóo sobre su propio papel. El líder del PP parte con desventaja, ya que no es diputado, pero tiene la oportunidad de ser designado senador por el Parlamento gallego. De esa manera lograría el aforamiento, podría debatir con Sánchez al menos una vez al mes y tendría escaño en el Parlamento. Ayer aclaró que ya es presidente de los grupos parlamentarios, por el hecho de ser presidente del PP, y aseguró que no descarta ser senador. En este caso, el escenario sería parecido al del Congreso. El número uno sería Feijóo, y junto a él tendría un número dos para las labores diarias de portavoz. Javier Maroto podría mantenerse en el puesto con ese papel secundario, pero si Feijóo busca renovación podría mirar a dos gallegos:Pilar Rojo y José Manuel Barreiro. En la Cámara Alta también se sitúa en primera línea a Ana Alós, exalcaldesa de Huesca.
En la dirección de Génova solo hay dos mujeres, Cuca Gamarra como secretaria general y Carmen Navarro como vicesecretaria de Política Social. Hay que sumar a Dolors Montserrat, como portavoz en el Parlamento Europeo. Podría pensarse que Feijóo quiere otra mujer, pero fuentes próximas al líder del PPaclaran que no se guía por esos criterios.
En la Cámara Alta el PP tiene una amplia lista de veteranos con experiencia donde elegir para recuperarlos en la primera línea. Ahí están Fernando Martínez Maillo, Rafael Hernando y Carlos Floriano. Asier Antona, senador bilbaíno designado por el Parlamento canario, es otro de los nombres que suenan.
En la Eurocámara, Dolors Montserrat tiene muchas papeletas para seguir como portavoz. Ahora mismo no se discute. La responsabilidad asumida por González Pons como vicesecretario de política institucional le deja ese espacio despejado.
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