Escritores e historiadores critican el plan educativo: «Más peligrosos que los malvados son los estúpidos»
La reforma educativa reduce en Bachillerato los contenidos anteriores a 1812 a la mínima expresión y sugiere un enfoque para todas las edades que rompa con el estudio cronológico del pasado
La reforma educativa amenaza con diluir la importancia que tiene la asignatura de Historia en la formación de los niños y los adolescentes. No solo por el encaje a la fuerza que hace de la llamada Memoria Democrática, de la que la Real Academia dice literalmente que tal y como está redactada «no es Historia», sino porque sugiere abordar los episodios históricos por bloques temáticos en vez de manera cronológica e incluye la obligación, entre otras cosas, de estudiar la materia desde algo tan poco histórico en apariencia como son los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la perspectiva de género, el ecologismo y otros bloques que rozan lo abstracto... En Bachillerato, además, los saberes de la historia de España quedan reducidos casi exclusivamente a hechos anteriores a 1812.
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