LOS ÁNGELES OLVIDADOS.
El personal de residencias de
ancianos ha sido olvidado por las fuerzas políticas y medios ce comunicación
siempre y durante esta pandemia más y a día de hoy lo siguen siendo. Quiero
hacer una mención de reconocimiento a esas personas que trabajan noche y día
cuidando a las personas más débiles de la sociedad, personas en muchas
ocasiones olvidadas por sus familiares o al menos apartadas del núcleo familiar,
de sus recuerdos de hogar familiar y sus cosas, como fotos y objetos de su vida
por distintas circunstancias, porque los
hijos no los pueden atender por cuestiones de trabajo o porque es más cómodo
que los atiendan otras personas y ojos
que no ven corazón que no siente, pero esas personas están faltas de atención y
cariño, mucho cariño, pues se ven que la vida se les acorta a pasos agigantados
y quieren vivir los días que les restan con intensidad en la medida de sus condiciones
físicas y ese amparo solo se lo brindan los cuidadores o cuidadoras de las residencias
que se convierten en su ángel de la guarda y protector, pues a esas alturas la
gente tiene que creer en algo para sobre llevar tan pesada carga.
Estas personas cuidadoras son
olvidadas con frecuencia casi siempre y su trabajo es arduo y difícil tienen
que atender todas su necesidades fisiológicas y psíquicas. ya que en numerosas
ocasiones les tienen que animar y a veces llorar con ellos y reír las menos,
pues su vida es muy monótona y cansina. Marchan para casa al terminar la dura
jornada con los problemas añadidos del trabajo, con la sensación de que nunca
hacen bastante por esa pobre gente que muere cogida de sus manos, porque los familiares
no están allí para despedirse y sentir el último latido del corazón. Las
cuidadoras son personas que sufren en silencio con los ancianos, las que mejor
los conocen y guardan el secreto de confesión de esas personas que están a su
cargo, para ellas hay que ponerles un monumento y no veo ninguna calle dedicada,
ni plazas ni parque o edificio a esta gente, no hay estatuas, pero sí de
políticos nefastos que a veces trajeron tanto mal a la sociedad, se quitan y se
ponen según soplen los vientos de la actualidad política.
Todos los días tienen que darles
cariño compresión y mostrarles buena imagen aunque tenga problemas familiares,
de espalda del duro trabajo, allí deben de llevarles la alegría y tratarles con
sumo cariño y dedicación maternal a los más difíciles por carácter como los mas
sociables y afables, tratar con personas que no se mueven, personas que no conocen,
personas que sufren tremendos dolores hasta verlos morir y todo esto es de continuo
con esta maldita pandemia: a esas personas les quiero brindar sumo reconocimiento con estas sencillas
letras de agradecimiento y pedirles a los medios de comunicación y autoridades políticas
que se les reconozca públicamente su trabajo sagrado y consagrado a esa vejez
que se va de este mundo de forma tan ingrata por la sociedad. Ah y otra cosita que
se me pasaba, para el trabajo tan duro físico y sicológico que hacen suelen cobrar
una miseria para ellos mi más a sentido y sincero agradecimiento. "Esto es
humanidad y hay que apoyarla en tiempos de la robótica que nunca podrán
sustituir sus grandes corazones de entrega callada como "ángeles olvidados".
José Ángel Miyares Valle
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