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martes, 16 de marzo de 2021

UNA REALIDAD MUY TRISTE. por José Ángel Miyares Valle

 



UNA REALIDAD MUY TRISTE. por José Ángel Miyares Valle

Creo que desvanecerse en insultos por las redes sociales  no lleva a ningún sitio razonable, hay mas que sobradas razones pero no se adelanta nada intercambio insultos, todos tienen su razón de hacer lo que hacen y se puede considerar como terapia pero al cabo del tiempo te preguntas ¿he logrado algo? Nada, es un pozo de deseos frustrados y de liberación de tensiones emocionales, momentáneas pero el poso de la angustia queda dentro de ti y hay que convencerse que nadie es culpable y todo el mundo lo es, eso es lo curioso, porque todos entramos en el juego de la cólera y se divide el pueblo  unido incluso hombres y mujeres así se puede seguir con el objetivo marcado que es el pasamiento único universal de un mundo de alienación carente de libertades individuales y  humanas, parecerse a los algoritmos robóticos  pero a la humanidad si le quitas el sentimiento y el corazón la matas, si dejamos de socializarnos como llevamos un año y lo que falta, la gente padece problemas mentales y sobre todo cuando no se ve ninguna luz al final del túnel y cada vez la oscuridad  tiene más kilómetros e intensidad,  mas  no tiene final y se ha convertido en un circulo de angustia. Fíjense en los partidos políticos y los políticos como lo toman con cierta normalizad de momento y todos los partidos menos Vox apoyan la agenda 2030 de  un mundo nuevo para una nueva generación robot-Humanoide, pero ellos tienen prometido que serán jefes para siempre y desparecerán fronteras, banderas, idiomas e historia ,un mundo para todos iguales, pobres, limitados, sin libertades,  todo marcado y programado. Será para otros para mí no, no  lo soportaría pues moriré de pena en al camino, todos  muy obligados por  las mascarillas que es  la cadena que nos ata al duro banco de remo a punta del látigo infligido por los políticos tiranos que los poderosos, dioses de la nueva era, les  han prometido mando de por vida.

José Ángel Miyares Valle

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