Plebiscito contra Sánchez
La operación del PSOE y Cs para romper el centro-derecha está resultando un fracaso absoluto, y solo reforzará a Ayuso y al PP.
La encuesta de GAD3 que hoy publica ABC pronostica un nítido triunfo de Isabel Díaz Ayuso en Madrid si, como parece, hay elecciones el 4 de mayo. El PP lograría entre 57 y 59 escaños frente a los 39-41 del PSOE, y junto con el hipotético apoyo de los 14-16 escaños de Vox en la Asamblea, Díaz Ayuso podría gobernar con comodidad. Uno de los datos más relevantes del sondeo es la desaparición total de Ciudadanos del mapa madrileño ya que si Ignacio Aguado fuese designado candidato, no obtendría representación. El hundimiento del partido de Inés Arrimadas es absoluto y lo sitúa en vías de extinción. También Podemos quedaría en una situación límite ya que apenas supera el 5 por ciento del voto. De alcanzarlo, lograría 7 escaños, lo que unido al desplome de Más Madrid, hará fracasar la estrategia de la izquierda para desalojar al PP, auténtica obsesión persecutoria de Pedro Sánchez.
Si se producen estos resultados, Madrid certificará el acta de defunción de Ciudadanos ya que dejará expedito el ámbito del centro-derecha liberal para que el PP lo pueda explotar a conveniencia. Por vía indirecta, Pablo Casado vería reforzado su papel como presidente del PP, y por primera vez en los últimos años Sánchez habrá fracasado en ese objetivo último de cerrar un cordón excluyente contra la derecha y acaparar todo el poder institucional. De confirmarse el ocaso de Ciudadanos y de Podemos, el efecto de la onda expansiva sobre la legislatura será inevitable, y el fracaso de la ‘nueva política’ convulsionará en lo sucesivo todo tipo de mapas electorales. Y Sánchez tendrá por primera vez en los últimos tres años motivos para preocuparse por la estabilidad de su proyecto con dos partidos, y no tres que se anulaban entre sí, a su derecha.De hecho, la confirmación de que el socialista Ángel Gabilondo repetirá como candidato, pese a que estaba en el trance de ser relevado por estar amortizado, solo puede ser interpretada bajo el prisma de que Sánchez da por perdidos de antemano estos comicios, que no quiere sacrificar a otro ministro para inmolarse como lo ha hecho Salvador Illa en Cataluña, y sobre todo, que Moncloa no había calculado las consecuencias del estropicio político causado en Murcia. Sánchez y sus estrategas han pinchado en esta ocasión porque frente a la operación diseñada para romper definitivamente el centro-derecha, solo van a reforzar a Díaz Ayuso y a acreditar que cualquier posible sorpasso de Vox al PP, al menos en Madrid, es una ilusión óptica. El peligro de la abstención que se produjo el 14-F en Cataluña parece conjurado en Madrid, ante la ilusión que ha despertado la posibilidad real de que estas elecciones autonómicas se conviertan inevitablemente en un plebiscito sobre Sánchez. Se trataría además de la constatación del hartazgo ciudadano ante las maniobras del Ejecutivo, más centrado en acaparar poder que en combatir la pandemia.
ESO ES CLARO Y SE VA VER QUE ESTE GOBIERNO COMUNISTA ES ODIADO EN ESPAÑA
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