La Comunidad Valenciana roza el control del coronavirus mientras la curva crece en el resto de España
La región consigue reducir su incidencia acumulada hasta los 33 casos por cada cien mil habitantes y se sitúa en un riesgo de transmisión bajo.
La Comunidad Valenciana ha conseguido reducir su incidencia acumulada en los últimos catorce días hasta los 33 casos de coronavirus por cada cien mil habitantes, convirtiéndose en la autonomía con la mejor situación epidemiológica de España. Además, el 94 por ciento de los municipios de la región -508 de 542- han terminado la semana con una tasa de contagios por debajo de los 25 casos, la cifra con la que se considera que un territorio ha conseguido controlar el virus y el riesgo de transmisión es mínimo.
De hecho, según los datos ofrecidos este domingo por la Generalitat, no hay ninguna localidad que registre en estos momentos un riesgo de propagación alto -entre 150 y 250- o extremo -por encima de 250-. En riesgo medio -entre 50 y 150 casos- se sitúan Almassora, Xilxes, El Puig, Massamagrell, Pobla de Farnals, Benetússer, Sedaví y l'Alcudia de Crespins.
Mientras, en el nivel de riesgo bajo -de 25 a 50 casos- se encuentran los municipios de Alcalà de Xivert, Santa Magdalena de Pulpis, Benlloch, Cabanes, Oropesa, Torreblanca, La Llosa, Gilet, Puçol, Rafelbunyol, Utiel, Xirivella, Picanya, Torrent, Alberic, Benirredrà, Gandia, Calp, Barxeta, Genovés, Llocnou d’En Fenollet, Finestrat, La Vila Joiosa, Pinós, Catral y San Miguel de Salinas.
«Este es el camino, el de la prudencia máxima que gracias al esfuerzo de todos los valencianos y las valencianas nos ha llevado a situarnos entre las regiones con una incidencia más baja en Europa», ha indicado el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
Habría que multiplicar por 44 la incidencia actual de la Comunidad Valenciana para obtener el pico máximo que la región llegó a acumular a finales de enero, convertida en epicentro de la tercera ola de la pandemia: se llegaron a registrar 1.459 infecciones activas por cada cien mil habitantes
El objetivo es la incidencia cero, pero la estación intermedia de los 25 parece que está más cerca, aunque será complicado alcanzarla, no ya por lo que ocurre en las tres provincias, sino por lo que pasa fuera y las derivadas que el puente de San José y la Semana Santa pueden acarrear. El virus, no se cansan de repetir los expertos, no entiende de fronteras.
Temor a las nuevas cepas
A nivel nacional, la curva de contagios vuelve a crecer y la incidencia del país supera los 128 casos. Pese a las medidas mínimas pactadas para unas vacaciones con las autonomías cerradas, las restricciones entre comunidades siguen siendo muy dispares y las fronteras con el resto de Europa se mantienen abiertas. Melilla (514), Ceuta (238) y Madrid (225) son los territorios que peor pronóstico presentan.
Con los datos del 18 de marzo, la tasa de positividad de la Comunidad Valenciana se situaba en el 4,38%, un punto por debajo de la media nacional, que se mantiene al alza por encima del umbral máximo del 5% que los científicos consideran propicio para controlar la pandemia.
Lo que está ocurriendo en Francia y Alemania, con la cepa británica plenamente asentada en nuestro país, es una aviso a navegantes. Esta variante del Covid-19 predominante en Reino Unido, Irlanda e Israel es más transmisible y «probablemente» más letal. De hecho, se ha asentado rápidamente en otros países europeos como España, donde ya supone la mitad de los contagios en trece autonomías y más del 70% del total de casos en otras seis. Mención aparte merece Asturias, donde esta cepa está presente en el 97 por ciento de los positivos.
Un ejemplo de su rápida propagación lo encontramos en los datos de la Comunidad Valenciana, donde a finales del año pasado era irrelevante, pero fue incrementando su presencia coincidiendo con la transmisión descontrolada que se produjo durante la tercera ola. A finales de febrero suponía el 34,2 por ciento de los casos. Durante la primera semana de marzo, según el Ministerio de Sanidad, ya representaba el 52,2 por ciento de los positivos por coronavirus detectados en las tres provincias.
La preocupación por esta y otras cepas, como la sudafricana, con todavía poca presencia en nuestro país, ha llevado a la Generalitat a no bajar la guardia pese a la mejora de la situación y a mantener las restricciones vigenteshasta el 12 de abril -última jornada festiva en la región- ante el temor de que una movilidad excesiva y las celebraciones ilegales tras la suspensión de las Fallas y la Magdalena puedan tener un impacto negativo en la curva de contagios.
El Consell se inclina por mantener las medidas más duras -el cierre perimetral y el toque queda desde las 22 horas- hasta mayo, cuando decaiga el decreto del estado de alarma, al tiempo que prolonga aquellas que se centran en el principal foco de contagios: las reuniones entre familiares y amigos. Estos encuentros, que están detrás de dos de cada tres brotes que se detectan- están prohibidos en privado, aunque se permite que un máximo de cuatro personas no convivientes se reunan en espacios públicos o en las mesas de los bares, cuyos interiores tienen el aforo reducido al 30% y el cierre marcado a las 18 horas.
Pese a los retrasos por la paralización de AstraZeneca de esta semana, Ximo Puig mantiene su objetivo de comenzar en abril la campaña de vacunación masiva con todos los viales prometidos por las farmacéuticas. En el horizonte, además, está la pretensión de llegar a verano con una datos que permitan dar oxígeno al turismo, uno de los sectores más importantes de la economía valenciana. Pero para eso, de momento, habrá que esperar.
Medio centenar de nuevos casos este domingo
La Comunidad Valenciana ha notificado este domingo 54 nuevos casos de coronavirus, 89 positivos menos de los registrados este sábado. Estos nuevos datos sitúan la cifra total de contagios en 384.088 personas, según ha informado la Generalitat.
La autonomía ha venido registrando más de un centenar de casos y una decena de decesos diarios en la última semana. La Conselleria de Sanidad no ha ofrecido los datos de hospitalización ni de muertes en su balance de este domingo. Hasta el jueves había 500 pacientes ingresados con Covid-19 en los hospitales valencianos, 145 de ellos en estado crítico, mientras que desde el inicio de la pandemia han fallecido ya en las tres provincias 7.051 personas.
AQUÍ HAY MUCHA MENTIRA PARA ANIMAR A CONFINAR.
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