EL PENSADOR....
TODOS A COGER BANANAS.
Cualquiera de las repúblicas bananeras seguramente que lo sean menos que nuestra España.
Me explicaré: en España los ciudadanos cumplimos las leyes, pero algunos de los que las hacen no. Es el caso de los dirigentes catalanes que hacen lo que les da la gana argumentando que la ley está mal (quiénes son ellos para decir eso), que han acordado lo contrario de lo que dice la Constitución y es lo que hacen. Yo, ciudadano de a pie, voy a llegar a un acuerdo con mi vecino de portal para decidir no pagar impuestos; ya tenemos un acuerdo y lo vamos a respetar: no pagaremos más impuestos; pues es lo mismo que lo que hacen esos sinvergüenzas.
Nuestras Cortes se han retratado recientemente, y la foto es la del mayor cachondeo, falta de seriedad, falta de proporcionalidad y falta de tacto y elegancia que uno se podía imaginar. Hace unos días oía a Albert Rivera decir que cada día que entraba en el Congreso se pellizcaba para comprobar si era cierto que él estuviera en una institución tan importante. Muchos de los que ahora tomaron posesión de su puesto como diputado o senador están muy lejos de esa capacidad de servicio y de la humildad necesaria para ostentar el honor de sentarse en el escaño; las fórmulas elegidas para asumir el cargo parecían de pitorreo, llegando incluso a ser totalmente atentatorias, como es el caso de quienes decían asumir ese puesto para salvar a delincuentes que están en prisión. Tienen la desfachatez y el descaro de decir que asumen un sistema para incumplirlo claramente.
Estoy harto de oír hablar del juego democrático, que si democracia por aquí, que si democracia por allá. De la democracia no se habla, se practica y punto. Esos defensores de la voluntad popular manifestada con sus votos deben abandonar el cinismo y respetar a todos, digo bien, a todos los votantes. ¿Cómo se entiende que 35 diputados den para tres representantes en la Mesa del Congreso, mientras 89 dan únicamente para dos, o que 52 den para uno? ¿Dónde está la lógica proporcionalidad que nos dicta el sentido común? La Mesa no es una cuestión baladí, fija qué, cómo y cuándo se tratará cualquier asunto.
Por último, y cambiando de tema, pero que da una idea de la congruencia de quien pretende gobernar el país, no oí el discurso del señor Sánchez en la apertura de la Cumbre del Cambio Climático, pero me imagino que empezaría con unas palabras parecidas a estas: “Lo siento mucho, no volverá a ocurrir, no volveré a viajar en Falcón para ir a ningún concierto, a la boda de mi pariente o a Valladolid”.
Señoras y señores, estoy muy preocupado por nuestra España, a la que van a convertir en bananera.
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