Pablo Casado: «El PP es el antídoto contra el bloqueo»
El líder del PP afirma que el responsable del bloqueo solo es uno: «No han fallado las instituciones, la Constitución, ni el Parlamento, solo ha fallado Pedro Sánchez como líder político»
Solo catorce meses después de ser elegido presidente del PP, Pablo Casado afronta ya su cuarta campaña electoral, la segunda de generales, y se prepara para su séptima vuelta a España. Desde su despacho en la séptima planta de Génova, desvela a ABC los planes de su partido antes y después del 10 de noviembre, advierte de que Sánchez debe mirar a otros si quiere salir de su bloqueo y asegura que mantendrá una interlocución «discreta» con Rivera para hablar, entre otros asuntos, de la unidad del centro-derecha.
Alberto Núñez Feijóo dijo en ABC que en España hacen falta más hombres de Estado, en vez de políticos adolescentes, para lograr un Gobierno de coalición. ¿Está de acuerdo?
Completamente. Lo estuvimos hablando en una comida después del inicio de curso político. La política adulta con mayúsculas es pensar en el interés general de España, más allá del rédito electoral de tu partido. El PP, no solo desde que soy presidente, sino con todos mis predecesores, siempre ha antepuesto lo que le interesaba a la Nación. Alberto puede presumir de que siempre ha hecho lo mismo por Galicia, a veces incluso contra sus propios intereses personales.
Muchos vieron una crítica al conjunto de los líderes nacionales. ¿No se dio usted por aludido?
No, porque él puso como ejemplo el coche que conduce una persona que es irresponsable, y al final puede estrellar a los 47 millones de propietarios de ese Ferrari. Y es verdad. Al final la política no es una cuestión de edad. Alberto empezó muy joven también. Los presidentes en España, en relación con otros países, han sido bastante jóvenes. Tanto Aznar como Suárez, Zapatero, el propio Sánchez, llegan a liderar sus partidos aproximadamente entre los 35 y los 40 años. Ya es una edad adulta. El problema es cuando las políticas son pueriles, como ocurre con el populismo, el nacionalismo o con la mascarada de negociación de Sánchez, que no ha tenido una posición responsable. Yo me he sentido muy arropado por todo mi partido, no solo por la Ejecutiva nacional, sino por todos los responsables autonómicos y en especial por aquellos que están gobernando.
España vuelve a las elecciones por cuarta vez en cuatro años. Un récord mundial. ¿Qué está fallando en nuestro país?
No han fallado las instituciones, el jefe de Estado ha tenido una posición impecable, no ha fallado la Constitución, sino todo lo contrario, ha sido una red de seguridad dentro de todo este desastre, y no ha fallado ni el Parlamento ni tampoco las leyes que estaban pensadas para que los políticos se sentaran y pudieran desbloquear la situación. Si el PP ha sido capaz de llegar a un Gobierno en Madrid, en Murcia o en Castilla y León es porque hemos puesto a un lado lo que nos separaba y hemos intentado llegar a puntos de encuentro. Y eso es lo que tenía que haber hecho Pedro Sánchez. No lo ha hecho, porque ha fallado él como líder político. Dicho de otra forma, el responsable exclusivo de que haya una repetición electoral es Pedro Sánchez. ¿Y qué ha fallado desde 2015 en estos cuatro años? Pues todo tiene que ver con Sánchez. Que además ha tenido una posición mucho más fácil de la que tuvo Mariano Rajoy. Ha tenido cuatro posibles alternativas para formar Gobierno, y no ha querido ninguna. Ha querido elecciones desde el principio y al final la cabra tira al monte, y busca la victoria por agotamiento. Espero que no le salga gratis.
¿Solo es culpa de Sánchez? ¿Usted hace algo de autocrítica?
La autocrítica hay que hacerla con los resultados electorales. Fueron unos resultados que no nos permitieron ser alternativa y no fuimos capaces de explicar la necesidad de unirnos en una plataforma electoral para evitar la fragmentación que, en mi opinión, fue la principal causa por la cual la izquierda, con los mismos votos que el centro y la derecha, sacó muchos más escaños. Desde las elecciones hasta ahora sinceramente creo que hemos hecho lo que hemos podido. Sánchez no se movió en ningún momento cuando le ofrecí pactos de Estado en cuatro reuniones. Más no hemos podido hacer. Y la posición que tenía Sánchez en la investidura hacía imposible que nosotros la facilitáramos.
¿Le sorprendió el giro de Ciudadanos de última hora, le puso en un aprieto?
No había tiempo ya, es muy difícil que se hubiera podido llegar a un acuerdo así en 48 horas. Creo que Ciudadanos lo hizo con la mejor intención, pero llegó tarde. ¿Habría variado nuestra postura si Sánchez hubiera hecho caso a lo que yo ya le pedí? Porque yo sí le di un margen de 146 días, cinco meses. Pedro Sánchez nos ha tratado con una soberbia y displicencia que ha sorprendido a nuestro electorado. Lo lógico es que si quieres llegar a un acuerdo con el PP, ofreces una gran coalición, que es lo que hicimos nosotros en 2016, o un pacto de investidura, que es lo que hicimos nosotros con Ciudadanos. Pero esa virulencia con la que nos ha insultado y ha justificado su moción de censura y su pacto de Podemos lo ha hecho imposible. No hubiera sido posible ese movimiento, y yo fui muy discreto y muy prudente por no perjudicar a Rivera.
¿Qué habría pasado si hubiera rectificado Sánchez?
Si en junio Sánchez me dice que está de acuerdo en los 11 pactos de Estado, es hablar de una hipótesis, nos hubiéramos sentado. El problema es que no ha habido un solo resquicio para esa posibilidad. Y además ha habido un engaño de Sánchez a todos, en especial a Podemos. La hoja de ruta estaba marcada. No puedes decir que quieres llegar a un Gobierno con tu socio preferente que es Podemos, y sin renunciar a la abstención y las negociaciones con ERC, y en la misma sesión parlamentaria decir a la derecha que se tiene que abstener porque sí. Quizás por eso yo nunca he sentido presión.
¿Cree que la presión puede multiplicarse tras el 10-N sobre el PP?
No lo creo. Todo indica que si el PSOE se mantiene estable o tiene cierta mejora le permitirá volver a sumar con Ciudadanos o con Podemos. Pero no quiero anticipar. Nosotros salimos a ganar. Hay una corriente de opinión pública favorable a la sensatez, la seriedad, la responsabilidad y la coherencia que tiene el PP. Queremos formar Gobierno, y para eso apelamos a optimizar esfuerzos, a intentar que no se repita esa fragmentación que fue letal para todos.
Pero la situación es límite en España, es la segunda vez que repetimos unas elecciones en poco tiempo. Y debería quedar clara la posición del PP si persiste el bloqueo. ¿Se compromete a contribuir al desbloqueo gane o pierda las elecciones?
El PP es el antídoto contra el bloqueo, lo ha visto todo el mundo en los pactos autonómicos, municipales y provinciales. Ahora mismo, cualquier país tiene que tener una alternativa de Gobierno. Si se va a un Gobierno de concertación o de convergencia y la alternativa que queda fuera es simplemente Vox o Podemos, creo que el problema lo tiene el propio país. Porque si ese Gobierno falla, la alternativa recae en esos partidos. No podemos dejar de ser alternativa al PSOE, y para eso la estrategia de estas elecciones va a ser dejar muy claro que el desbloqueo pasa por nosotros, pero liderando esa alternativa y acabando con un mal Gobierno de Pedro Sánchez.
¿Descarta entonces una abstención del PP si el 10-N se producen unos resultados similares a los actuales?
El PP ha sido el único partido que en ningún momento se ha planteado facilitar la investidura de Pedro Sánchez otra vez. A buen entendedor... Nosotros hemos sido los únicos que hemos sido conscientes de que éramos la alternativa a ese Gobierno. Dentro de la responsabilidad, el PP no va a facilitar un Gobierno de Sánchez, porque es el que sufrió su llegada en 2018. Es decir, esta no es la ventanilla a la que Sánchez se tiene que dirigir en caso de bloqueo. Eso sí, nosotros ofrecemos el desbloqueo, pero confiando en nosotros.
¿Por qué el PSOE tenía que abstenerse en 2016 para la investidura de Rajoy, y ahora no debería hacer lo mismo el PP con Sánchez?
En 2016 no había otra posibilidad, no había otra alternativa para arrancar la legislatura, ahora había cuatro y todo indica que puede volver a haber cuatro. No tiene absolutamente nada que ver. Este regate corto de intentar ser proclamado presidente súbito es muy peligroso porque al final vas a un escenario incierto en el que ni siquiera tienes un balance de gestión que ofrecer: has gobernado con Presupuestos ajenos, has tenido una posición de desgaste con tus propios socios de la moción de censura y has despreciado las posibles alternativas que tenías a tu derecha. Creo, sinceramente, que Pedro Sánchez va muy tocado a estas elecciones. Volver a darle las llaves de tu país al que ha echado el freno de mano, ha dado un trompo, ha volcado y todo porque quería gobernar solo, teniendo 123 escaños que es el resultado más exiguo de la historia de cualquier candidatura a la Presidencia del Gobierno... Creo que la gente habrá tomado nota y actuará en consecuencia.
¿Cómo puede influir la sentencia sobre el desafío independentista?
Debemos ir todos de la mano, respetar la decisión del Tribunal Supremo y hacer que se cumpla. Si hubiera que aplicar el 155, el Gobierno ya sabe que siempre contaría con nuestro apoyo. La oposición será responsable. Pero nos da la sensación de que el Gobierno en funciones va a estar más pendiente de si necesita, por activa o por pasiva, los votos de ERC y Junts per Cat. Espero que esté a la altura.
Ha anunciado una campaña moderada. ¿Supone una rectificación respecto a la campaña del 28 de abril?
La situación en España se convirtió en extraordinaria desde la cita de Pedralbes. Había un enfado sincero, con el que fuimos a la campaña. Al final prevaleció ese enfado sobre el contenido de las propuestas. Queremos hablar de empleo, de educación, pensiones, sanidad, vivienda, natalidad, despoblación. No es que sea una rectificación, es que ahora la gente nos puede escuchar y lo podemos decir con otro tono, una vez que el Gobierno ha dejado ver en estos cinco meses su incapacidad.
¿Ser moderado consiste solo en cambiar de tono?
También es una cuestión interna de partido. En las primeras elecciones nosotros estábamos recién llegados y recorrimos España para dar a conocer el proyecto e impulsar una organización política que había sufrido un duro golpe con la moción de censura. Estábamos noqueados. Fue dramático lo que nos hizo el PSOE y demasiado bien y rápido lo hemos llevado.
Esta semana ha tenido un almuerzo con Mariano Rajoy. ¿Le ha transmitido algún consejo el expresidente para esa campaña de moderación?
Tengo una muy buena relación con Mariano Rajoy, tenemos conversaciones frecuentes, como también las tengo con José María Aznar. Hay que aprovechar las buenas experiencias de Gobierno. Tenemos que empezar a recuperar ese discurso en el que la gente se acuerde de que hay siete millones de españoles que encontraron trabajo cuando gobernó el PP, o que hay millones de pensionistas que vieron cómo su pensión se actualizaba o revalorizaba, o millones de mujeres que se incorporaron al mercado laboral. Por encima de los prejuicios o los errores que haya podido cometer cualquier partido, el PP puede estar orgulloso de lo que ha hecho por España.
¿Eso le pidió Rajoy, que recuerde más sus éxitos económicos?
No, la verdad es que en la última campaña casi he pecado de hablar mucho del pasado, pero porque estoy orgulloso de él. Y de lo que no me siento orgulloso del partido todo el mundo ha visto que he actuado con firmeza y he puesto distancia.
¿Harán campaña los dos expresidentes?
Rajoy y Aznar siempre han estado disponibles para el partido.
Usted ha dicho que no va a apelar al voto del miedo ni de la ira. Pero la situación en España es inquietante. ¿Cómo lo va a hacer?
Prefiero apelar al voto de la ilusión, al voto de la recuperación y al voto de podemos hacerlo, por qué no. Y sobre todo al voto de la unión.
¿Ha decidido quién va a dirigir la campaña electoral?
Será una dirección coral, con unidad de mensaje y sin interferencias.
El programa económico es el pilar fundamental del PP. ¿Quién será el referente en esa área?
Daniel Lacalle es el secretario de Economía de partido, y es el que va organizar la Convención económica. Y luego están el portavoz de Economía, Mario Garcés, y José Manuel Barreiro, en el Senado. Además tenemos una aportación fundamental desde el Parlamento Europeo. Hay un buen equipo económico, donde también están Jaime Olano, Eloy Suárez, Carolina España… Si hago alguna incorporación en alguna lista provincial, vendrá a reforzarlo.
EL TAMBIÉN ES CULPABLE DE LO QUE HAY
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