foto José Ángel Miyares Valle
¡PACTEN SEÑORES POLITICOS¡
Tengo la sensación de que no es buen momento para que las distintas fuerzas políticas constitucionalistas aboguen por conseguir pactos de Estado en aquellos derechos que es preciso consolidar adecuadamente, y en aquellas materias que actualmente promueven desigualdad entre los españoles
Es sabido que aún carecemos de gobierno, después de más de cien días, por lo que lo preferente es eso, tener cuanto antes un gobierno. En el panorama actual es algo más complicado conseguir esos pactos que en los tiempos del bipartidismo. Ahora es necesario poner de acuerdo a más fuerzas políticas y a ciertos líderes un tanto personalistas.
Hemos oído a Casado que le ha brindado a Sánchez acuerdos o pactos de Estado, pero al presidente en funciones solo le interesa la abstención del PP. Podemos entender que lo más le preocupa ahora es ser investido y formar gobierno, pero es una obviedad no interesarse por esos pactos.
Claro que Sánchez aspira a tener mayoría parlamentaria, algún día, y hacer lo que le venga en gana sin contar con nadie. Entonces, si puede, cambiará la Constitución y aprobará los pactos de Estado que considere oportunos. Eso sí, serán los mejores pactos de Estado desde 1978, porque son suyos, y los que no los acepten y voten serán enemigos de España. ¡Faltaría más!
Veamos algunos pactos que este humilde plumilla considera muy importantes y trascendentes.
Pacto de Toledo: recuperar este pacto y hacer todo lo necesario para garantizar las pensiones, hoy, mañana y pasado, como un derecho inalienable. No sé si que figuren en la Constitución es ineludible. Hay derechos que ya figuran y pasa lo que pasa, que solo es papel mojado.
Educación: garantizar una educación común para todos los españoles. No hacer una cada vez que un gobierno nuevo accede al poder. Destacaría que el “español” debe ser el idioma obligatorio y preferente en toda España.
Justicia: que la política no interfiera en la Justicia. Qué la Justicia no tenga color. Que la Justicia se imparta de igual forma en toda España y para todos los españoles. Ninguna autonomía podrá nombrar ni repudiar jueces.
Sanidad: todos los españoles y en cualquier parte de España tendrán derecho real a recibir la mejor atención sanitaria. Los hospitales centrales de cada comunidad dependerán del Gobierno central.
Financiación autonómica: no se puede cambiar la financiación autonómica con cada gobierno. Hay que acordar un tipo de financiación renovable, válido y adecuado para todas las autonomías. No debería haber autonomías, ya sea por razones históricas o políticas, que tengan un tratamiento preferencial. Ni “cupo vasco” ni Hacienda foral navarra.
Pacto del agua: que el agua pueda llegar a cualquier rincón de España sin depender de los gobiernos central y autonómico.
Policía Autonómica: dependerá directamente del Gobierno central, no sobre el papel, sino en la realidad cotidiana. El Gobierno central controlará su funcionamiento y será partícipe activo de sus convocatorias, su formación y sus funciones.
Constitución: realizar los cambios que sean necesarios para el mejor bien común de todos los españoles y con el acuerdo de todas las fuerzas políticas constitucionalistas. Por ejemplo, cambiar la ley electoral, ya está bien de repetir elecciones. Que gobierne la lista más votada, no las izquierdas ni las derechas, seguro que hay fórmulas para hacerlo.
Esta propuesta es bastante utópica, estoy convencido de ello, pero si solo sirve para concienciar a una persona me doy por satisfecho.
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