Unidad de cuidados intensivos del Hospital de Móstoles
La inteligencia artificial de Google puede predecir muertes con dos días de antelación.
La compañía, en base a 46.000 millones de datos pertenecientes a 200.000 hospitalizaciones, ha creado un sistema que se adelanta a qué le pasará a la persona que entre por el hospital, desde su tiempo de ingreso a si saldrá por su propio pie o no.
Entrar por el hospital y, en cuestión de segundos, llega a nuestro smartphone un informe con el tiempo de espera, si necesitaremos ingreso y la gravedad de nuestra dolencia. Este es el futuro que vislumbra Google, compañía que ha publicado un estudio preliminar en el que, mezclando 46.000 millones de datos e inteligencia artificial, podrá predecir el futuro del enfermo.
No es el primer software que en su clase, y la llamada eHealth (aplicaciones tecnológicas que ayudan al diagnóstico y tratamiento de los pacientes) ya se han desarrollado en muchos ámbitos. Lo interesante de este nuevo estudio, aparte de contener una inmensa cantidad de datos extraídos de más de 200.000 adultos en once años -y en dos hospitales distintos, el Centro médico de la Universidad de California en San Francisco y en la Universidad de Medicina de Chicago-, es que podrá predecir la mortalidad de los pacientes en una horquilla de entre 24 y 48 horas antes que si los médicos utilizan los métodos actuales, según explican en el medio especializado Quarz, quien se hace eco del estudio.
Gracias a este tiempo «extra» que ofrece la inteligencia artificial, los doctores podrán suministrar procedimientos que salven la vida de millones de pacientes.
Entrenamiento para la inteligencia artificial
El problema de este estudio es que aún no ha sido validado de forma independiente, aunque desde Google se afirma que se trata de un salto cualitativo con respecto a anteriores sistemas de su misma índole. El reto se encuentra también en que habrá que seguir «entrenando» los algoritmos de esta tecnología, para que pueda ser más precisa en sus diagnósticos. Otro de los escollos que se encuentra es que la información de los pacientes está normalmente escrita a mano, por lo que habría que homogeneizar todo el proceso, además de pasarlo al lenguaje del ordenador.
La base de este proyecto son tres complejas redes neuronales que determinan los datos más importantes de cara a la evolución del paciente, y que ha «aprendido» a descartar los «datos extraños» pero poco relevantes a la hora de diagnosticar al enfermo. Un proceso muy delicado, ya que se encuentra en juego la salud de las personas. Los autores afirman que la inteligencia artificial toma estas decisiones en base a un proyecto previo de Google llamado Vizier.
Así, la inteligencia artificial se sigue postulando como el futuro en hospitales y centros médicos futuros, y su proyección no hace más que aumentar.
NO ES EXTRAÑO, VAMOS HACIA LA FRIA INTELIGENCIA ARTIFICIAL PERO NUNCA EMOCIONAL Y CÁLIDA.
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