Diversos asistentes al encuentro abandonaron la sala después de que el expresidente de la Generalitat, investigado en la Audiencia Nacional por blanqueo de dinero, decidiera hablar desde el público.
Jordi Pujol ha vuelto a vivir en primera persona el rechazo de la gente. Este mismo lunes asistía a una conferencia sobre nacionalismos y aunque estaba sentado entre el público y no en la mesa de ponentes, decidió tomar la palabra para contar cómo transcurrieron las negociaciones con Aznar para formar Gobierno.
Es entonces cuando un hombre se levanta y protesta: «Este señor tiene que admitir lo que es, no está autorizado», y seguidamente abandona la sala entre aplausos. El expresidente de la Generalitat, investigado junto a su familia por la Audiencia Nacional por blanqueo de capitales no da crédito a lo que oye y pregunta a la persona de al lado qué está ocurriendo. Pero este no es el único que abandona la sala. Después se suceden las personas que también lo hacen, una manera de protestar ante, lo que creen, una falta de respeto.
Este miércoles el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha citado a declarar como investigados por un delito de blanqueo de capitales a tres hijos del expresidente de la Generalitat a los que aún no había tomado declaración en el marco de la causa sobre el patrimonio de la familia.
SU PRESENCIA NO ES MUY CONSTRUCTIVA YA QUE LA JUSTICIA NO HACE NADA PORQUE ESTÁ SUJETO AL ÁRBOL DEL SILENCIO CÓMPLICE DE LA CORRUPCIÓN, MEJOR NO ESCUCHARLO, TIENE POCO QUE APORTAR.
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