Susana Díaz en el Parlamento de Andalucía este jueves
La gestora comunica a Rajoy que el PSOE no le garantiza la estabilidad.
Fernández transmite a Rajoy que será el comité federal el que decida si se abstiene o no.
No depende de la gestora del PSOE que las elecciones se repitan, sino de la decisión que tome su máximo órgano de dirección, el comité federal. Así se lo transmitió el jueves el presidente de ese órgano colegiado, Javier Fernández, al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, en su primera conversación a fondo tras la llamada protocolaria del lunes. Rajoy entendió que el PSOE tiene por delante un debate intenso que derivará en un sí o un no a su investidura, si esta se produce, pero requiere tiempo. Fernández le anticipó que el PSOE en ningún caso será el garante de la estabilidad de su Gobierno.
Los canales de comunicación entre Mariano Rajoy y Javier Fernández están abiertos y con buena cobertura. En cuatro días, ambos políticos han conversado en dos ocasiones y lo harán más veces antes de que el PSOE tome una decisión sobre su posición ante una nueva investidura del candidato del PP. El jueves, pasada la una de la tarde, mantuvieron una conversación en la que primó la franqueza. No está en la mano del presidente de la gestora del PSOE ni de todo ese órgano colegiado tomar una decisión que en estos momentos mantiene divididos a los socialistas.
El proceso de debate está abierto y de este saldrá “la posición del partido en relación con una eventual abstención ante la investidura de Mariano Rajoy que deberá aprobar el comité federal”. Estas afirmaciones de fuentes cercanas al presidente de la gestora no son una mera descripción burocrática, sino que es exactamente lo que está pasando. Así se lo comunicó Fernández a Rajoy.
Conversaciones discretas
Pero mientras el PSOE está en esa reflexión, no exenta de tensión en las organizaciones territoriales, tanto Rajoy como Fernández quieren mantener conversaciones discretas para saber la evolución de los acontecimientos.
Es posible que el comité federal no se celebre hasta dentro de 10 o 12 días, por lo que no es razonable, según fuentes socialistas, que Rajoy no sepa nada de si hay alguna posibilidad de que de nuevo se entreviste con el Rey para iniciar una nueva ronda de consultas. Para que el proceso de reflexión camine por la senda de evitar nuevas elecciones y, por tanto, los socialistas se abstengan, Rajoy debe asumir también una parte de responsabilidad. “La decisión está en manos del comité federal, pero también de Rajoy”, señalaron los interlocutores consultados. Las condiciones que imponga determinarán la actitud de los socialistas. En ningún caso, el PSOE será el soporte sobre el que descanse la estabilidad del Gobierno de Rajoy. Fernández se lo dijo a Rajoy sin ambages.
¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el PSOE? Aún está por determinar, pero las condiciones solo tendrán relación con la investidura, nunca con la gobernabilidad, advierte el presidente de la gestora y así lo está transmitiendo a los líderes territoriales. “El PSOE podrá o no abstenerse ante la investidura pero en ningún caso va a propiciar estabilidad; se la tendrá que ganar día a día”, declaró Fernández a La Sexta, el jueves.
Este es el punto de partida para las negociaciones internas del PSOE, por lo que las declaraciones del día anterior de dirigentes del PP sobre la inutilidad de que el Gobierno dure “un día” no hicieron sino agitar aún más las aguas socialistas. La naturalidad con la que el PP ha demandado al PSOE que “por lo menos” tiene que votar a favor los presupuestos, así como una serie de reformas y los recortes a los que obligue Bruselas, han sido acogidos con estupor. No será posible para la gestora, ni lo pretende, conseguir del comité federal esas condiciones. Nunca las aprobaría, señalan fuentes de ese órgano colegiado.
Queda mucho por hacer, aunque la gestora pretende aprovechar al máximo los próximos 20 días. La reunión que mantuvo Fernández con el plenario del grupo socialista el martes en el Congreso resultó mejor de lo que pensaba. Los críticos le escucharon con respeto y los ya convencidos de la abstención han empezado su labor de convencimiento, o al menos intentarlo, en sus federaciones. La cuenta que salió el pasado sábado en el comité federal más dramático que recuerdan los socialistas desde hace décadas, con la victoria del sector contrario a Pedro Sánchez, no sirve del todo en la actual situación. Muchos de los miembros de ese comité federal se muestran contrarios a abstenerse ante Rajoy, dado que en sus agrupaciones les exigirán que no lo hagan.
Riesgo de ser expulsados del grupo socialista
Los diputados socialistas que no respeten la posición política aprobada por el comité federal en caso de que Mariano Rajoy se presente a la investidura se arriesgarían a ser expulsados del grupo parlamentario. La normativa reguladora de los cargos públicos del PSOE establece en el artículo 4.2 que “aplicarán las resoluciones y acuerdos adoptados expresamente por los órganos de dirección del partido” en el ejercicio de sus funciones.
El artículo seis recoge a su vez que los diputados están sujetos “en todos los casos” a la unidad de actuación y disciplina de voto. Si no la respetasen, el grupo parlamentario y la ejecutiva federal —ahora hay una gestora— podrían denunciar su conducta al comité federal. “Si la actuación originada (...) se estimase grave por el comité federal, éste tendría facultades para proceder a darle de baja en el grupo parlamentario”. En ese caso se procedería a “incoar el correspondiente expediente”, que sería tramitado por la comisión federal de ética y garantías “para que dicte las resoluciones a adoptar”.
“Primero decide el comité federal y luego apelo a la responsabilidad de los diputados para respetar la voluntad soberana de ese órgano”, expresó ayer el presidente de la gestora, Javier Fernández.
Aun así, la diputada aragonesa Susana Sumelzo, fiel al exsecretario general Pedro Sánchez, ya ha adelantado que votaría en contra: “No me abstendré y no facilitaré con mi voto un Gobierno del PP aunque lo ordene el Comité Federal”. Los diputados del PSC también tienen previsto votar lo que decida el Consell Nacional de su partido. Su primer secretario, Miquel Iceta, prefiere que haya terceras elecciones generales a facilitar con la abstención un Gobierno de Rajoy: “Antes que entrar en una contradicción política insalvable, igual hay que ir a terceras elecciones; no lo descarto. Lo que sí descarto es apoyar un gobierno del PP”.
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