El portaaviones ruso Almirante Kuznetsov fotografiado el pasado día 17 por la Fuerza Aérea noruega.
España cancela la escala de la flotilla rusa en Ceuta ante las críticas de la OTAN.
Exteriores dice que Moscú ha retirado la petición tras pedirle aclaraciones sobre su papel en la guerra siria.
El Gobierno español ha cancelado la autorización concedida a la flotilla rusa encabezada por el portaaviones Almirante Kuznetsov que se dirige al Mediterráneo Oriental para que haga escala en Ceuta. Según el Ministerio español de Asuntos Exteriores, la Embajada rusa en Madrid ha retirado este mediodía la petición después de que se le pidieran aclaraciones sobre la posibilidad de que los tres buques que iban a aprovisionarse en la plaza española del norte de África "participaran en labores de apoyo a acciones bélicas sobre la ciudad siria de Alepo". Una fórmula diplomática para evitar el encontronazo directo.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, había reiterado horas antes su preocupación por la posibilidad de que grupo de combate participe en el asalto final a Alepo (Siria) por las tropas del régimen de El Asad. "Corresponde a cada país decidir", si permite a la flota rusa aprovisionarse en sus puertos, "pero en este caso yo he lanzado un mensaje muy claro: estamos preocupados por el uso potencial que puedan tener estos barcos rusos para aumentar la catástrofe en Siria", añadió Stoltenberg. Por su parte, el secretario de Defensa británico, Michael Fallon, dijo que el Reino Unido estaría "extremadamente preocupado si algún país de la OTAN considerase prestar asistencia a la flota rusa que puede acabar bombardeando a civiles en Siria. Por el contrario, los miembros de la OTAN debemos mantenernos unidos".
Ya el martes por la noche un portavoz del Ministerio español de Asuntos Exteriores anunció que la decisión de permitir el aprovisionamiento en Ceuta de la flotilla rusa estaba en revisión. "La últimas escalas solicitadas se están revisando en estos momentos en función de la información que estamos recibiendo de nuestros aliados y de las propias autoridades rusas", manifestó un portavoz del departamento que dirige José Manuel García-Margallo.
Desde que el pasado 15 de octubre zarpó del puerto de Severomorsk, en el Oceano Ártico, la OTAN no la ha perdido de vista a la flotilla rusa en su travesía a través del mar de Noruega o el canal de la Mancha. La agrupación naval aliada SNMG-1, bajo mando de la fragata española Almirante Juan de Borbón, la sigue de cerca y, al aproximarse a las costas españolas, los patrulleros Atalaya y Cazadora se han turnado en su seguimiento; el primero en el Cantábrico y el segundo desde el cabo de San Vicente. La flotilla (integrada por el portaaviones Admiral Kuznetsov, el único de la Armada rusa, el crucero de propulsión nuclear Pedro el Grande, los buques antisubmarinos Severomorsk y Vicealmirante Kulzkov, así como cuatro buques auxiliares y con toda probabilidad algún submarino) abandonó ayer las aguas de Portugal y hoy está previsto que cruce el Estrecho de Gibraltar.
La paradoja estriba en que el Gobierno español autorizó a tres de los buques que acompañan al Kuznetsov, dos escoltas y un buque auxiliar, para que hicieran escala en Ceuta entre el 28 de octubre y el 2 de noviembre aunque entonces, según fuentes diplomáticas, no se les vinculó con el grupo de combate enviado al Mediterráneo Oriental para reforzar el despliegue militar ruso en Siria. Se da la circunstancia de que Ceuta y Melilla son las únicas partes del territorio español que no están cubiertas por el paraguas defensivo de la OTAN.
La flota rusa es un cliente habitual del puerto ceutí, donde han recalado más de 60 buques de su Marina de Guerra desde 2011, dejando pingües beneficios para la economía local. Exteriores subraya que estas escalas se autorizan caso por caso, atendiendo a las características del buque y la seguridad del entorno, la población ceutí y el propio puerto, y que se aprueban con total transparencia, informando de las mismas a los aliados.
En esta ocasión, sin embargo, la escala levantó una gran polémica. El líder de los liberales del Parlamento Europeo, Guy Verhofstadt, envió un tuit con el siguiente texto: "España firmó la declaración de la UE sobre los crímenes de guerra de Rusia en Alepo la semana pasada, hoy ayuda a repostar a la flota en ruta para cometer más atrociadades. ¿En serio?".
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, explicó el martes en París que iba a haber "unas consultas con el Gobierno ruso" sobre la participación o no de estas embarcaciones que habían solicitado respostaje en Ceuta. Recordó que estas escalas son una práctica habitual y que "en este caso particular hubo una autorización previa, aunque los objetivos [de la escala] no debían estar claros".
TAMPOCO ESTAMOS COMO PARA ENFRETARNOS A RUSIA, TENEMOS MUCHOS INTERESES EN COMÚN Y NECESITAMOS SU GAS.
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