Nicolás Maduro se dirige a una reunión con el Papa Francisco
El diálogo en Venezuela anunciado por el Vaticano naufraga antes de empezar.
Unas declaraciones de la oposición venezolana cierran las negociaciones convocadas por la Iglesia.
El intento de diálogo entre el Gobierno de Venezuela y la oposición ha fracasado antes siquiera de empezar. Pocas horas después de que el Vaticano anunciara el lunes el inicio de las conversaciones, previsto para el domingo en la isla de Margarita, el proceso para sentar a la mesa a ambas partes ha caído otra vez en el limbo. La crisis política del país se ha agudizado tras el bloqueo judicial al referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro, y el asalto chavista a la Asamblea Nacional, donde la oposición inició ayer un juicio político al presidente.
La crisis política, profundizada por la decisión judicial de suspender el proceso para la consulta revocatoria del presidente Nicolás Maduro, amenaza con desbocarse en una espiral de ataques y contraataques entre Gobierno y oposición. Maduro, tras una gira de cinco días por cuatro países productores de petróleo en Asia Central y Medio Oriente, se apresuró ayer a regresar al país. La oposición, que inició en el Parlamento un juicio político que busca destituir al mandatario, lo acusa de “abandono del cargo” y lo ha citado el próximo martes.
En su ruta de retorno, Maduro hizo dos escalas inesperadas. En Roma se reunió el lunes con el Papa, quien le pidió en una audiencia privada que aborde “con valentía” el camino del diálogo. Los esfuerzos diplomáticos del Vaticano parecieron fructificar el mismo lunes, cuando el enviado especial del Pontífice para Venezuela, Emil Paul Tscherrig, anunció el inicio de una ronda de diálogo el próximo domingo. No obstante, dirigentes de la oposición terminaron rechazando poco después la apertura del diálogo, entre ellos Henrique Capriles.
En otra escala mediterránea, Maduro visitó ayer en Lisboa al recién elegido secretario general de Naciones Unidas, António Guterres. Al tiempo, el chavismo en el poder organizaba una movilización en las calles de Caracas para recibir a Maduro y “rechazar los intentos de la derecha por consumar un golpe de Estado”. Según el Gobierno, la oposición intenta una asonada “parlamentaria” al estilo brasileño.
El respaldo del Ejército al oficialismo
El Ejército hizo ayer una inusual aparición en la televisión para cerrar filas con el Gobierno de Nicolás Maduro. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, leyó ante las cámaras un comunicado junto a decenas de oficiales. El general refutó que, como sostiene la oposición, haya habido un golpe de Estado en Venezuela. “No ha habido un acto de fuerza que permita invocar el artículo 359 de la Constitución”, que autoriza a los ciudadanos a reponer el orden constitucional en caso de ruptura, indicó. Yacusó a la oposición de querer justificar la intervención extranjera en Venezuela. Su intervención concluyó con un grito colectivo de “Chávez vive”.
Pérdida de derechosCerca de la sede presidencial, la oposición, mayoritaria en la Asamblea Nacional, dio inicio al juicio político del presidente, en el que se busca establecer la “responsabilidad del presidente Nicolás Maduro en la crisis”. Diferentes oradores se sucedieron en el podio del hemiciclo para fundamentar la activación del mecanismo para destituir al mandatario.
En la sesión, una antesala a un posible impeachment, el diputado opositor por el Estado Mérida, Williams Dávila, aseguró que “el pueblo no conspira, el pueblo revoca”. El debate fue abierto por el diputado de la oposición Juan Mattheus: “Al abandonar la Constitución, se volvió un déspota; convirtió en derechos de pocos los derechos de todos”. “Están implementando tácticas de golpe suave”, denunció Pedro Carreño, parlamentario chavista. “Se trata de criminalizar y satanizar como una dictadura al Gobierno”. Su compañero de bancada Edwin Rojas recordó el fallo del Supremo que en septiembre declaró al Parlamento en desacato.
Todo esto ocurrió en la víspera de la movilización que ha convocado para hoy la oposición bajo el lema La toma de Venezuela.Capriles, gobernador del Estado de Miranda y dos veces excandidato presidencial, subrayó que esta protesta es solo el comienzo de una toma “que puede durar días”. Con todo, Capriles pareció flexibilizar su postura contra el diálogo. Dijo que si “una foto bastara para resolver esta crisis”, estaría dispuesto a reunirse “hasta con el diablo”, pero reiteró que un eventual diálogo debe realizarse en Caracas, “cerca de la opinión pública y de la prensa”. Maduro convocó para hoy un Consejo de Defensa de la Nación, que incluye a los presidentes de los cinco poderes.
LAS PALABRAS DE MADURO NO SON DE FIAR.
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