Hasna, la yihadista que fue juerguista
La mujer que estaba con el cabecilla de los atentados se presentaba como prima suya.
La fiscalía francesa ha confirmado este viernes que tres personas murieron durante el asalto contra una vivienda en Saint-Denis: Abdelhamid Abaaoud, cabecilla de los atentados del viernes en París, y una mujer, Hasna Aitboulahcen, de 28 años. Hay dudas sobre la identidad de la tercera persona y sobre si la persona que se hizo estallar era una mujer, como dijo la Fiscalía, o un hombre, como sostienen ahora algunos medios franceses.
Hasna Aitboulahcen, nacida en una banlieue cercana a París en una familia francomarroquí con pocos medios, había vivido en los últimos tiempos un intenso proceso de radicalización. Se presentaba como la prima de Abaaoud aunque no está confirmado que ese lazo familiar sea real.
Rápida radicalización
De origen marroquí, su familia no tenía medios para mantener a cuatro hijos y creció en familias de acogida desde los cinco hasta los 15 años. Ha sido descrita por sus vecinos, citados por la prensa francesa, como una mujer frágil, marcada por una adolescencia problemática y que había tenido problemas con la justicia por asuntos de droga. Muchos testimonios la describen como una mujer que bebía y era aficionada al rap, que llevaba siempre un sombrero de vaquero de cuero, "simpática con los chavales de la Cité" (las Cité en Francia son los conjuntos de viviendas sociales, HLM, que muchas veces se han convertido en centros de marginación, alejados de la mano del Estado).
Sin embargo, hace unos meses, después de una desaparición, cambió por completo y comenzó a vestir velo integral. Un vecino relató al diario La Parisien que, cuando se la encontró recientemente, le dijo: "Quiero ir a Siria, a hacer la yihad". "Comenzó a llevar el hiyab [pañuelo que cubre el pelo y el cuello] pero, un mes después, se pasó al niqab [que cubre todo el cuerpo y sólo deja los ojos al descubierto]", relató a la agencia France Presse un hombre que presentó como su hermano, pero que no quiso que su nombre fuese publicado. "Se fabricó su propia burbuja: no estudiaba la religión, nunca la vi con un Corán".
El padre, un musulmán practicante, se encuentra en Marruecos desde hace años. Su madre, de 58 años, localizada por France Presse, asegura que su hija "pasaba los últimos tiempos criticando todo, no aceptaba ningún consejo y mantenía relaciones cada vez más dudosas". Vivía de forma esporádica en la casa familiar en Aulnay-sous-Bois. "Estaba todo el día metida en Facebook y Whatsapp", declaró su hermano. Hace tres se fue a vivir a casa de una amiga a Drancy.
EL MUNDO ESTÁ PATAS ARRIBA Y NO ESTAMOS PREPARADOS PARA ESTE SACRIFICIO.
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