Rivera del río Nora-Siero.Asturias(foto J.A.Miyares)
Las Bolsas y el euro se hunden por las dudas de Grecia y el futuro de la eurozona.
El Ibex llega cae un 3,31% y ahonda sus mínimos de los últimos nueve años
Los números rojos se extienden por todas las plazas de referencia de Europa
La prima de riesgo vuelve a subir tras el respiro de ayer y rebasa los 480 puntos
Las dudas sobre el futuro de Grecia han disparado este miércoles las ventas sobre todos los valores del euro con un mínimo riesgo, lo que abarca prácticamente a todos los activos de la Bolsa o la deuda con la única excepción de la los bonos alemanes. La salida de los inversores ha provocado fuertes pérdidas en las plazas de referencia internacionales. Con todos los índices en rojo, el Ibex ha caído un 3,31% al cierre, con lo que marca un nuevo mínimo en los últimos nueve años y mañana abrirá por primera vez desde 2003 por debajo de los 6.500 puntos. Tampoco el euro se ha librado del ataque de nervios. Horas antes de la cumbre informal de los líderes europeos la moneda única ha dicho adiós a los 1,26 dólares, algo que no sucedía desde septiembre de 2010.
En la deuda, la situación de España ha vuelto a empeorar y el diferencial entre sus bonos a 10 años y los alemanes, el indicador conocido como prima de riesgo y que mejor refleja la confianza en las finanzas de un país, ha subido tras el respiro de ayer, cuando registró su mejor jornada en un mes. Sin embargo, el reavivamiento de las dudas ha dejado este pequeño hito en un mero espejismo.
Al cierre de las Bolsas, el sobreprecio exigido a la deuda española frente a la alemana ha subido en torno a los 20 puntos básicos hasta rebasar los 480. A esa hora, la rentabilidad de los títulos del Tesoro español en el mercado secundario a 10 años ha vuelto a situarse sobre el 6,2% mientras los de Alemania bajaban de forma destacada. Tanto que el conocido como bund ha marcado un interés mínimo de la era euro del 1,3% en el mismo día en el que el Estado alemán ha logrado financiarse prácticamente gratis. La prima de riesgo de Italia también ha subido hasta rebasar los 430 puntos básicos. El interés de sus títulos a 10 años se ha ido al 5,7%.
Rajoy y Hollande redoblan la presión sobre el Banco Central Europeo.
Los dos líderes piden inyecciones de liquidez para los bancos, tras entrevistarse en El Elíseo
Reclaman a la Unión Europea un mensaje claro de confianza en el euro
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el jefe del Estado francés, François Hollande, han redoblado hoy la presión contra el Banco Central Europeo (BCE) al pedir en París una “urgente” inyección de liquidez para el sistema bancario de los países en apuros. Rajoy llegaba a su primera cita en el Elíseo como férreo aliado de Angela Merkel, pero a escasas horas de la cumbre informal de Bruselas ha cruzado una de las líneas rojas de Alemania al exigir al BCE medidas rápidas que aseguren la “financiación, la liquidez y la sostenibilidad de la deuda”, y pedir a Europa un “mensaje claro y entendible sobre su sistema financiero y la permanencia del euro”. “Tenemos que transmitir que el euro va a estar siempre con nosotros y que nunca habrá un impago, necesitamos acabar con los rumores”, ha dicho Rajoy, que sale de su cita con Hollande convertido en bisagra entre Francia y Alemania ante la cumbre informal de esta noche.
Más locuaz y menos ambiguo que otras veces, el presidente español ha afirmado con contundencia que “lo más urgente” para España es que Europa tome medidas rápidas que garanticen la estabilidad financiera, y ha asegurado que en la cena de esta noche reclamará al Banco Central Europeo que ponga en marcha mecanismos “más ágiles” para dar financiación y liquidez, y ayudar a relajar así “los diferenciales de deuda” de los países acosados por los mercados.
El presidente español ha afirmado que “la certidumbre” sobre Europa y el futuro del euro es la condición “más importante” para salir de la crisis, y ha reiterado que España “no tiene interés ni intención, a fecha de hoy, de acudir a un rescate europeo para los bancos españoles”.
La canciller alemana insiste en la ineficacia del mecanismo mientras el presidente francés recuerda que la discusión está sobre la mesa
El presidente francés, François Hollande y la canciller alemana Angela Merkel han llegado ya a Bruselas para asistir esta noche a la cumbre informal por el crecimiento económico y la creación de empleo en la Unión Europea. La reunión, impulsada por el socialista y destinada a llegar a un acuerdo entre los líderes de los veintisiete, no puede comenzar con opiniones más opuestas sobre uno de los debates esenciales: los eurobonos.
A su llegada, Hollande ha pedido "actuar de inmediato" para estimular el crecimiento alegando que, de lo contrario, no se podrá reducir el déficit público y ha recordado que los eurobonos "forman parte de la discusión". El presidente francés, conocedor de la oposición de Merkel en torno al mecanismo, asegura que no busca el "enfrentamiento" pero que hay que "poner sobre la mesa todas las propuestas para el crecimiento".
La oposición de Merkel sigue siendo radical en la mutualización de la deuda a través de eurobonos y, para ello, ha esgrimido, incluso, razones jurídicas: "los tratados de la UE prohiben que se garantice mutuamente la deuda de otros Estados". La canciller alemana, además, insiste en que el mecanismo no contribuye a la reactivación del crecimiento y alega que los tipos de interés demasiado parecidos y bajos -previos a la crisis- han contribuido a un "importante endeudamiento" en la eurozona.
Las propuestas de Merkel giran en torno al crecimiento a largo plazo. "Voy a proponer que se mejore la movilidad laboral, porque en algunos países se busca a trabajadores y en otros hay una elevada tasa de desempleo", ha avanzado la canciller alemana.
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