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domingo, 12 de enero de 2020

LA RECAUDACIÓN CRECE SÓLO UN TERCIO DE LO PREVISTO POR SÁNCHEZ Y SE DISPARA EL DÉFICIT.

La recaudación crece solo un tercio de lo previsto por Sánchez y dispara el déficit

Los ingresos de noviembre están a 20.396 millones de la estimación de 2019 del Gobierno y compromete el campo de actuación de los Presupuestos de 2020.

PRESUPUESTOS Generales no va a ser tarea sencilla para el nuevo Gobierno. Las promesas de más gasto social reflejadas en el pacto firmado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias deberán convivir con una recaudación deshinchándose mes a mes, la economía perdiendo fuelle y cumplir, ahora sí, con los compromisos adquiridos con Bruselas. Será necesario, además, recabar de nuevo la frágil mayoría parlamentaria que ha permitido la investidura, renovando la colaboración de ERC, lo que anticipa una ardua tramitación en el Congreso.
El margen con que nacen las cuentas de 2020 es incluso inferior a lo previsto. La razón es que el déficit de 2019 tiene visos de superar el 2% del PIB que auguró el Gobierno debido a que la recaudación es uno de los pilares que más está empeorando ante la intensidad de la desaceleración. A falta de un mes de contabilidad para cerrar el ejercicio, los ingreso tributarios crecieron hasta noviembre una tercera parte de lo que preveía el Ejecutivo. Si el Gobierno auguró en el Programa de Estabilidad remitido a Bruselas en abril que la recaudación aumentaría un 4,6% hasta los 218.249 millones de euros, hasta noviembre ésta solo había crecido un 1,6%. Si se eliminan efectos excepcionales, el alza es del 2,1%.
«Las cuentas de las administraciones públicas hasta el tercer trimestre apuntan a un déficit ligeramente superior que en 2018. Teniendo en cuenta las informaciones de ejecución presupuestaria, todo apunta a que el déficit se situará en niveles próximos al 2,4% del PIB, una décima menos con respecto a 2018, y por encima del objetivo», augura Raymond Torres, Director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas.

Según el último informe de recaudación de la Agencia Tributaria, los ingresos ascendieron en noviembre hasta los 197.853 millones de euros, tan solo 3.148 millones más que el año pasado. Ello quiere decir que para cumplir la previsión de recaudación del Ejecutivo en 2019, diciembre tendría que haber ingresado 20.396 millones. Algo que no ha ocurrido nunca en dicho mes, ni siquiera en los años del «boom». Si se repitieran los ingresos de diciembre de 2018, la recaudación final se quedaría 6.000 millones por debajo de lo previsto, unas cinco décimas del PIB que engordarían al déficit.
¿A qué se debe esto? La desaceleración ha impactado con mayor fiereza este año en el consumo, lo que ha provocado que el IVA eleve sus ingresos menos que otros años, siendo del 3% en 2019. «El desfase se debe tanto a un débil crecimiento de la recaudación, sobre todo en el Impuesto de Sociedades, como a un incremento del gasto relativamente elevado, en torno al 5% que hubiera sido mayor sin el ahorro en pago de intereses», puntualiza Torres. En este sentido, la situación de los mercados y la política ultralaxa del BCE siguen siendo un balón de oxígeno para España.

Sociedades, en caída libre

Pero la gran preocupación procede de Sociedades, cuyos ingresos disminuyen un 9,7% y un 7,2% de forma homogénea hasta los 19.830 millones, el nivel más bajo en cuatro años. La razón es que el impuesto sigue arrastrando bases imponibles y ajustes fiscales de las empresas que cosecharon pérdidas en los años de la crisis. Junto a ello, en 2019 se dieron varias devoluciones extraordinarias a empresas, como los 700 millones que devolvió a Telefónica por actas indebidamente cobradas en el IVA hace años. También se debe a que en 2018, las empresas adelantaron pagos fraccionados ante la posibilidad de que el Gobierno de PSOE y Podemos subiera los impuestos, lo que se tradujo en una tributación récord en octubre de 2018 entre las grandes empresas. Este fenómeno no se ha repetido este año, aunque está por ver qué ocurrió en el pago fraccionado de diciembre.
La buena noticia es que el despertar de los salarios, que crecieron a ritmos del 2% el año pasado, benefició a los ingresos por IRPF, que crecían hasta noviembre un 4,7% pese a que sobre sus ingresos han impactado la devolución de lo gravado en la prestación por maternidad y paternidad (1.701 millones menos), además de la rebaja fiscal a los que ganan de 12.000 a 18.000 euros que incluían los Presupuestos de 2018 (en 2019 restó otros 648 millones). Sin tener esto en cuenta, la recaudación sube un 6,3%.
«La desaceleración de la economía seguirá lastrando la recaudación, salvo en concepto de cotizaciones sociales, gracias al aumento de los salarios. A falta de conocer el proyecto de PGE y de información detallada sobre las intenciones del nuevo gobierno, el déficit quedaría estancado en torno al 2,5% y la deuda apenas bajaría», augura Torres.
En la misma línea se muestra Ángel de la Fuente, director de Fedea: «La evolución de la recaudación está en linea con lo esperado dada la situación económica. Mirando hacia adelante, es previsible que los ingresos continúen creciendo a un ritmo moderado, aún sin subidas de impuestos, pero hay riesgos a la baja que podrían complicar la situación presupuestaria. Con todo, creo que el principal riesgo presupuestario vendría por el lado del gasto. A la vista del programa pactado con Unidas Podemos, lo más probable es que el aumento del gasto sea mayor que el de los ingresos. Para evitar que aumente el déficit habría que gastar algo menos de lo previsto o subir más los impuestos y las dos cosas podrían ser complicadas de aprobar con la actual composición del Congreso», reflexiona el economista Ángel de la Fuente, director de Fedea.
Y CON EL MACROGOBIERNO MUCHO PEOR

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