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lunes, 23 de junio de 2014

LA IFANTA CRISTINA NUNCA DEJARÁ DE SER FAMILIA REAL Y DE TENER SUS PRIVILEGIOS

Los vecinos suizos de la Infanta Cristina, aterrados con el circo mediático
Ahora que la Infanta deja de ser Familia Real, los residentes ginebrinos temen perder la protección de los escoltas.
Los diarios de Ginebra han convertido a la Infanta Cristina en protagonista secundaria de la Coronación. Aunque tal y como se ha publicado, la segunda hija del Rey Don Juan Carlos estuvo en Madrid el día de la Proclamación de su hermano. No en vano, Doña Cristina e Iñaki Urdargarin viven en la ciudad suiza, donde la familia fijó su domicilio a finales de agosto de 2013, tras pasar un año muy amargo en España.
A la espera de un posible procesamiento por delito fiscal y blanqueo de capitales relacionados con el caso «Nóos», Cristina de Borbón prosigue con sus actividades cotidianas en la ciudad de Calvino, donde tiene su despacho en la Fundación Agha Khan (AKDN) y desde donde desarrolla sus proyectos humanitarios. Aunque no sea muy frecuente tropezarse con ella por las calles de Ginebra, a veces se la ve acompañando a sus hijos a coger el tranvía o simplemente volviendo de compras, como una ama de casa cualquiera, seguida siempre por una discreta pareja de escoltas que también están encargados de montar la guardia en la puerta de sus domicilio para mantener a distancia a los curiosos.
Ahora sus vecinos de la aristocrática Rue des Granges se preguntan qué va a pasar tras la Proclamación de Felipe VI, ya que en el caso de que los escoltas desaparezcan podría aumentar la afluencia de fotógrafos, periodistas o curiosos. «No queremos que esta calle se convierta en una atracción para los españoles que viven o viajan a Suiza», comentó uno de los vecinos a este diario. Doña Cristina recibió la noticia de la abdicación de Don Juan Carlos en Ginebra y declaró que personalmente estaba llevando «muy bien» la abdicación, aunque no precisó si había hablado con él. A partir de ahora su vida cambiará ya que dejará de ser parte de la Familia Real y tendrá que enfrentarse, con otro estatuto, al siguiente paso judicial del caso «Nóos».
Mientras, su vida suiza sigue sin grande sobresaltos. Su día a día transcurre entre paseos junto a su marido y el perro labrador de la familia por los parques de la ciudad, el seguimiento de las actividades deportivas de sus hijos en un polideportivo local y la celebración de fiestas familiares, como la de su 49 cumpleaños la semana pasada. Doña Elena viajó a Suiza para festejarlo con ella, clara señal de la buena sintonía que hay entre ambas y que contrasta con la ausencia de relación que tiene con su hermano, el nuevo Rey Felipe VI. La Reina Doña Sofía también la ha visitado en otras ocasiones y quizás lo podrá hacer más de ahora en adelante tras su cambio de agenda.

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