Este periodismo servil y activista desprecia su código deontológico, ya casi no quedan periodistas libres, independientes y valientes.
Sin ellos, con la Justicia, Fiscalía, Audiencia y Constitucional cayendo en manos también del poder indecente, la democracia corre serio peligro.
Creía haberlo visto todo en política, vimos corromperse y despilfarrar a manos llenas a presidentes, ministros, alcaldes, concejales... hasta jefes de Estado.
Vimos construir aeropuertos sin aviones, autopistas sin coches, ciudades sin gente, infraestructuras descomunales donde se repartían mordidas, regalar millones a queridas, resistirse dinero de parados y pensionistas, lo tenían en volquetes, altillos, paraísos fiscales... la madre de algún corrupto decía: “Mi hijo tiene dinero ‘pa asar’ una vaca”... Vimos casi de todo y muy desalentador para volver a confiar en las personas cuando llegan a ocupar cargos públicos. Pero lo que fue capaz de hacer este Gobierno sobrepasa la línea de la decencia al pactar con corruptos, delincuentes, fugados, con aquellos que homenajean a los etarras, con quienes desobedecieron e incumplieron las normas de convivencia que nos dimos entre todos, se saltaron la Constitución, el Estatuto y alentaron a terroristas callejeros saqueando, quemando, apedreando y asaltando aeropuertos y autopistas... Incluso delitos tan graves como la malversación de fondos públicos y la sedición. Pues con todos esos, no solo pactó el Gobierno de Sánchez, Podemos y Sumar, es que les regalan impunidad más otras prebendas como perdonarles deudas, darles ayuntamientos y destruir un principio fundamental en cualquier democracia, la igualdad de todos ante la ley. Pero no queda ahí, con ello desprecian la separación de poderes, él (Sánchez) se erige en juez, parte y reparte.
Todo esto huele a corrupción institucional que tira ‘pa tras’ ¿Saben por qué? Es impunidad a cambio de comprar el poder. En efecto, esa amnistía no es una Gracia Real que un Gobierno por bien de la generalidad asume, no señor, esa amnistía la redactan y aprueban aquellos que se benefician de ella: delincuentes, corruptos y fugados. Mayor desprecio por la política, el Estado de derecho y la decencia, no cabe en democracia alguna.
Pues todo esto, añadiendo que incumplieron su programa electoral donde decían que harían todo lo contrario de lo que hicieron. Este periodismo servil no solo lo asume, también lo defiende. Como ven la descomposición llega al límite de también tragarse esa ley de regeneración democrática que pretende llevar a cabo la persona más indecente que pisó un Gobierno. Pone sobre la mesa la censura sin tapujos sobre jueces, medios y críticos incómodos.
Señores periodistas, reaccionen, tengan dignidad, es infumable un Gobierno que da impunidad a delincuentes, corruptos y fugados a cambio de aferrarse al poder.
La disculpa de algunos es que lo contrario sería dar entrada a las derechas, si estamos en democracia hay que creer en la alternancia y confiar en los electores, en los españoles. Sánchez no confía, por eso les promete uno, hace otro y miente sin complejo alguno. Una persona sin palabra no es de fiar. Recuerden a Felipe, llevaba en su programa el “no a la OTAN” y cuando llegó al poder se dio cuenta de que deberíamos entrar en ella, pues preguntó a los españoles ese cambio de opinión. Este sujeto que ustedes blanquean no pregunta, se aferra al poder de la mano de aquellos que incluso él, con su apoyo a Rajoy, les aplicó el 155: “¡Qué se pare el mundo que me quiero bajar!”.
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