Ignoro si el presidente del Gobierno sabe lo que significa "despedido", puesto que nunca ha trabajado para una empresa privada. Según la RAE, "despedir" tiene la siguiente acepción: "Alejar, deponer a alguien de su cargo, prescindir de sus servicios; apartar de sí a alguien que le es gravoso o molesto".
Le diré que cumple adecuadamente y con nota todos los requisitos: la mayoría de los españoles, no cuento a los que no se consideran españoles, deseamos que se aleje, que se vaya; que deponga, que abandone su cargo; que prescindimos de sus pésimos servicios, y cuanto antes mucho mejor para todos. Deseamos que se aparte, que se retire para siempre, que nos resulta usted muy gravoso y demasiado molesto, y, por favor, lo más pronto posible.
Bueno, si recordamos que una vez fue "despedido", por su propio partido, el PSOE. Le echaron a la puñetera calle y con toda la razón de mundo. Solo un sinvergüenza se atreve a volver para vengarse, del partido, y, sobre todo, de los españoles de bien, como está haciendo.
Háganos un favor y cuando se vaya, llévese consigo, lo más lejos posible, a esa ministra de trabajo que en su vida ha trabajado en nada. ¡Vaya parejita de trabajadores que forman: Yoli y Pedrín!
No espere a ser despedido por el pueblo, será muy triste y penoso para usted, aunque dé una tremenda alegría para los españoles en su mayoría. Le supondrá una deshonra total, aunque usted de honra, honestidad y palabra no sabe nada. ¡Váyase ahora, ya, está despedido!
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