NOS AISLAN MAS Y MAS
Vivo en el corazón de los Picos de Europa, en un pequeño pueblo de montaña, Bulnes, sin carretera, pero que tiene un funicular que lleva hasta allí unos 100.000 turistas cada año. Los habitantes del pueblo intentan acogerlos lo mejor que pueden teniendo en cuenta las infraestructuras totalmente deficientes que tenemos en el pueblo. Ya sea el alcantarillado, los caminos, el alumbrado público o las comunicaciones, nada funciona y, a pesar de años de protestas, no vemos ninguna mejora venir de las autoridades públicas o privadas.
Nuestro único medio de comunicación con el exterior es el famoso cable de cobre de Telefónica que también nos permite tener algo de internet (ADSL de mala calidad). Yo mismo tengo una pequeña pensión y un restaurante y cuando llego al pueblo desvío mi teléfono móvil al fijo (cobre) para poder recibir llamadas del móvil.
Nos dicen que Telefónica apagará el 19 de abril estas centrales de "cobre" que nos conectan con el mundo exterior desde hace más de 50 años. No tenemos fibra óptica, no tenemos cobertura 4G o 5G, aún más, estamos en un valle bastante estrecho e incluso las conexiones por satélite nos plantean problemas. ¡Tres meses antes de la fecha límite, no se nos ha ofrecido ninguna solución alternativa! Sin este cable de cobre tengo que cerrar mi negocio y despedir a las dos o tres personas que trabajan conmigo.
La fibra óptica prometida a principios de 2021 aún no se ha instalado. La empresa Adamo instaló el cable de fibra óptica hace un par de años, pero esta fibra aún no está conectada y ha sido completamente abandonada. Yo mismo tuve que esconderla en un tubo para proteger a las vacas que la estaban comiendo.
Entiendo que hay mucho dinero disponible para las zonas rurales, para luchar contra el despoblamiento, pero nunca vemos nada excepto mucho desperdicio con trabajos a medio hacer y nunca terminados, como lo del alumbrado público y los caminos.
He vuelto a leer esta mañana la historia de este excursionista que se perdió en los Picos de Europa y que decía que su teléfono móvil le salvó la vida. Los del pueblo de Bulnes pronto tendremos que comprar velas y rezar a los distintos santos del pueblo pidiendo una hipotética ayuda en caso de emergencia, como se hacía en la Edad Media.
No hay comentarios:
Publicar un comentario