Sánchez enfada a Alemania al filtrarse que estudia enviar carros Leopard a Ucrania
Scholz se ha amparado en un supuesto acuerdo de la OTAN para no mandar a Kiev tanques de combate
La filtración sobre el envío de armas a Ucrania por parte de España ha puesto al canciller alemán Olaf Scholz en un grave aprieto. Citando fuentes del Ministerio de Defensa, se ha publicado que el Gobierno de Pedro Sánchez se está preparando para entregar alrededor de 40 tanques de combate Leopard 2 A4, que son de fabricación alemana y requieren, para su entrega a terceros y en zona de conflicto, un consentimiento explícito del Gobierno alemán.
Debido a su historia militar y en aplicación del espíritu pacifista de las leyes de la República Federal de Alemania, todas las exportaciones de armas pesadas incluyen en los contratos «cláusulas de uso final» que, en caso de traspaso a terceros, obligan a pedir consentimiento por parte de Berlín.
Ese permiso descolocaría el delicado equilibrio de Scholz, que consiste en apoyar a Ucrania pero evitar dar pasos que puedan disgustar a Vladímir Putin o señalar a Alemania como enemigo de Rusia. Por ese motivo, Alemania ha denegado durante meses el consentimiento a varios países europeos que hasta ahora intentaron enviar a Kiev armas pesadas de fabricación alemana.
Desde la oposición conservadora, la CDU no ha desaprovechado la ocasión de subrayar la inconveniente disyuntiva ante la que ha quedado el canciller alemán tras la filtración: la autorización del envío de los Leopard rectificará su propia estrategia y el rechazo reforzará la imagen de Alemania como freno del apoyo Occidental a Zelensky. El líder adjunto del grupo parlamentario de la CUD, Johann Wadephul, ha declarado que «si España quiere entregar el Leopard 2, el Gobierno federal alemán debe hacerlo posible rápidamente» y ha insistido en que «Alemania abandona a Ucrania todos los días que no llegan allí armas pesadas», unas declaraciones que implican una crítica abierta a la extrema prudencia de Shcolz. El portavoz en materia de Exteriores de la CDU, Roderich Kiesewetter, ha instado al canciller federal, por su parte, a dar una respuesta cuanto antes.
La filtración ha causado también airadas reacciones de los socios de la ‘coalición semáforo’, en la que Scholz gobierna con verdes y liberales, que mantienen posiciones enfrentadas respecto a envíos de armas de este tipo, y que se ha enterado por la prensa. Desde el Partido Liberal (FDP), la presidenta de la Comisión de Defensa del Bundestag, Marie-Agnes Strack-Zimmermann ha apremiado a Scholz: «No tenemos tiempo para debatir» y «espero que el ministro de Economía Robert Habeck conceda de inmediato la aprobación para la exportación».
Desconcierto en el SPD
Aunque donde más desconcierto ha causado esa información ha sido en las filas del Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz, que no es partidario de tales entregas y viene justificando su negativa en un acuerdo tácito entre los aliados de la OTAN para no añadir tanques de combate al conflicto armado. El anuncio abre una duda sobre si Sánchez se salta el acuerdo de la OTAN o si el SPD, el partido hermano del PSOE en Alemania, con el que mantiene una relación histórica desde hace décadas, miente.
Y en medio de la escalada de declaraciones, durante una complicada visita a Lituania, en la que se ha entrevistado también con los jefes de gobierno de Estonia y Letonia, Scholz se ha visto obligado a responder a las preguntas de los periodistas sobre tan espinoso asunto. El canciller alemán se ha limitado a decir que no sabe nada de las intenciones del Gobierno español. «Alemania no ha recibido pedido alguno de consentimiento para la entrega de tanques Leopard 2 de fabricación alemana a Ucrania», ha dicho. El ministro de Economía Robert Habeck, miembro de Los Verdes y que debería firmar el permiso, ha confirmado que no hay solicitud alguna por parte de Madrid y que, si llega, será «cuidadosamente examinada». «No puedo anticipar el resultado de este examen ahora, pero los canales oficiales son claros», dijo ayer el ministro.
Alemania ha venido negando su autorización para tales exportaciones de armas pesadas a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa. Solamente lo ha concedido para entregas de armas antiguas, como los obuses procedentes de la RDA, la extinta Alemania comunista, por parte de Estonia, una tecnología no comparable a los modernos Leopard. La polémica sobre los Leopard españoles ha saltado en un delicado momento, en el que Scholz está prometiendo a Lituania aportaciones para reforzar el flanco oriental de la OTAN y mientras la Alianza Atlántica realiza maniobras militares en Polonia y los países bálticos.
La incomodidad causada a los alemanes se produce para La Moncloa en vísperas de la cumbre de la OTAN en Madrid, los próximos 28, 29 y 30 de este mes, y justo con uno de los escasos homólogos de Sánchez en el continente con los que comparte familia política. Además, armar a los ucranianos, algo que hasta ahora se había hecho pero con munición más ligera, como granadas o ametralladoras, es desde que empezó la guerra otro punto de fricción importante con el socio de coalición, Unidas Podemos.
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