Desplante de Biden a Guaidó: no le invita a la Cumbre de las Américas
Dice la diplomacia norteamericana que ambos van a poder hablar por videoconferencia
A pesar de la ausencia de los principales aliados del trío de dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua en la Cumbre de las Américas, que se celebra esta semana en Los Ángeles, la Casa Blanca ha optado por no invitar a Juan Guaidó, a quien en principio reconoce como representante legítimo del pueblo venezolano. Según dijo este martes 7 de junio un alto diplomático estadounidense, el presidente Joe Biden ha preferido hablar con Guaidó por videoconferencia en los márgenes del encuentro de jefes de gobierno y de estado.
Fue Brian Nichols, el subsecretario de asuntos iberoamericanos del departamento de Estado de EE.UU. quien dijo que lo más probable es que Biden y Guaidó hablaran brevemente por videoconferencia. «Respetamos y reconocemos al gobierno interino del presidente Guaidó.
El presidente Biden va a tener una videollamada con el presidente Guaidó, y en ella se van a tratar los temas importantes en nuestra relación bilateral, especialmente el retorno al proceso de negociaciones entre el gobierno interino de la Plataforma Unitaria y el régimen de Nicolás Maduro», dijo Nichols en conversación con la prensa.
La decisión de no invitar a Guaidó llega después de semanas de tira y afloja de la Casa Blanca con el presidente mexicano sobre quién debía estar presente en Los Ángeles. Andrés Manuel López Obrador puso como condición para acudir que estuvieran presentes también los dictadores de Cuba, Venezuela y Nicaragua. La Administración Biden respondió que no invitaría a los dictadores, pero a la vez ofreció que acudiera una delegación cubana, y levantó algunas sanciones tanto al castrismo como al régimen venezolano. Aun así, a última hora, López Obrador decidió ausentarse.
La cumbre se celebra en el marco de la Organización de los Estados Americanos, que tiene 35 miembros. EE.UU. extendió 30 invitaciones a jefes de gobierno y estado de América Latina y el Caribe, de los que 22 aceptaron. Las grandes y sonadas ausencias son las de México y las de los tres países que envían el grueso de la inmigración irregular al norte, a la frontera con EE.UU.: Guatemala, El Salvador y Honduras.
Ninguna dictadura
La Casa Blanca trata ahora de defender que su plan era desde un primer momento que no hubiera representada ninguna dictadura, pero según publicó este diario hubo contactos para extender una invitación a la dictadura cubana. Preguntado por esos contactos, un funcionario de EE.UU. dijo en una conversación con periodistas: «En ningún momento hemos dicho, ni siquiera en los debates sobre la participación en relación con esta cumbre, que vayamos a romper todas las relaciones o a negarnos a colaborar con países sobre los que tenemos importantes preocupaciones relacionadas con la gobernanza democrática. Nos relacionamos con países así en todas las partes del mundo».
Lo cierto es que desde 2019, por decisión de Donald Trump, EE.UU. sólo mantiene contacto con los opositores venezolanos a los que comanda Guaidó, por considerar a la Asamblea Nacional representante del pueblo venezolano. Guaidó ha sido recibido en la Casa Blanca con honores de jefe de estado, y ha visitado el Capitolio durante un discurso del Estado de la Unión. Washington no tiene relaciones diplomáticas con Maduro.
A Guaidó, Biden sí se le invitó a una cumbre de democracias, virtual, en diciembre de 2021, a la que tampoco acudió el mexicano López Obrador. En esta ocasión, sin embargo, para la Cumbre de las Américas, la Casa Blanca ha mantenido sus contactos con los opositores a Maduro en secreto, y no ha revelado sus planes al equipo diplomático nombrado con Guaidó que presta servicio en EE.UU., al frente del cual está Carlos Vecchio.
Acercamiento a Maduro
Recientemente, la Casa Blanca se ha acercado a Maduro. En marzo viajaron a Caracas el encargado de América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Juan González; el embajador norteamericano ante Venezuela, James Story, y el enviado especial del presidente Biden para liberar rehenes, Roger Carstens, que se vieron con Maduro en persona.
El chavismo liberó después a dos estadounidenses que tenía presos: Gustavo Cárdenas, uno de los llamados seis de Citgo, los ejecutivos de esa empresa refinadora que fueron detenidos en Venezuela en 2017 por cargos de corrupción, y Jorge Fernández, un turista detenido el año pasado acusado de terrorismo por estar en posesión de un dron.
Después hubo dos levantamientos parciales de sanciones a Venezuela. El más reciente fue esta misma semana. La Casa Blanca permite a la petrolera española Repsol y la italiana Eni comenzar a enviar petróleo de Venezuela a Europa para compensar los cortes en el suministro y la adquisición de crudo de Rusia, tras las sanciones por la invasión de Ucrania.
Ya el mes pasado, el Gobierno norteamericano permitió a la petrolera estadounidense Chevron negociar algunas licencias directamente con el régimen venezolano, aunque de momento no se le permiten nuevas perforaciones o exportaciones de crudo venezolano. Por otro lado se elimina a un ex directivo de la petrolera estatal Pdvsa y sobrino de la primera dama venezolana, Carlos Erik Malpica-Flores, de la lista oficial de sancionados de EE.UU., en la que fue incluido por corrupción. Esta decisión fue criticada por los opositores al chavismo, a los que Washington reconoce legítimos representantes del pueblo venezolano.
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, dijo el mes pasado en redes sociales que esperaba que las aperturas de EE.UU. «allanen el camino para el levantamiento total de las sanciones ilegales que afectan a todo nuestro pueblo».
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