Rusia ataca una fábrica de misiles Neptún tras el hundimiento del Moskva
Ucrania asume que es una represalia tras hundir la joya de la Armada rusa, mientras Moscú amenaza con ataques más duros contra Kiev
Ofensiva total en el entorno de Kiev tras el hundimiento de la joya de la Armada rusa en el Mar Negro. Tras el ataque al Moskva, una fábrica de misiles Neptún, que según Ucrania habría sido la munición usada para hundir el buque, ha sido objetivo de un ataque de Moscú este jueves por la noche y quedó parcialmente destruida, según confirma AFP.
«El número y la magnitud de los ataques con misiles en lugares de Kiev aumentarán en respuesta a todos los ataques de tipo terrorista y a los sabotajes perpetrados en territorio ruso por el régimen nacionalista de Kiev», anunció el ministerio ruso de Defensa, detallando que el jueves por la noche destruyeron una fábrica de misiles tierra-aire cerca de la capital ucraniana.
La planta Vizar y el edificio administrativo adyacente, situados a unos 30 kilómetros del aeropuerto internacional de Kiev, registraron daños importantes.
Poco antes, las autoridades rusas habían anunciado el ataque contra una fábrica de misiles tierra-aire. De forma simultánea el ministerio informó de la destrucción de una fábrica de misiles tierra-aire cerca la capital ucraniana. Horas antes, durante la noche, las autoridades regionales ucranianas reportaron explosiones al suroeste de la Kiev, en el distrito de Vasylkiv.
Este objetivo forma parte de los últimos movimientos rusos en los alrededores de Kiev, donde en las últimas horas se han recrudecido los ataques después de que el Gobierno ruso haya acusado a Ucrania de atacar pueblos en la frontera entre ambos países. Acusación que coincide con el hundimiento del Moskva en el Mar Negro.
El Comité de Investigación ruso afirmó que dos helicópteros ucranianos «equipados con armamento pesado» habían entrado en su territorio y llevado a cabo «al menos seis disparos contra viviendas residenciales del pueblo de Klimovo3, en la región de Briansk. Hubo siete heridos, entre ellos un bebé. Ucrania, por su parte, niega todos estos hechos y su vinculación con ellos.
«Venganza»
«Hacia las 1.30 de la mañana, uno de los guardianes me llamó para alertarme del ataque», ha relatado a la AFP Andriy Sizov, de 47 años, que tiene un taller de ebanistería a unos 100 metros de la planta.
«Hubo cinco. Mi empleado estaba en la oficina, fue propulsado al suelo por las explosiones», ha apuntado el hombre, que cree que el ataque es una venganza de Rusia por el hundimiento del Moskva.
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