Rusia asegura que todo es montaje de Ucrania y pide investigación internacional
El portavoz del Kremlin pide cuestionar toda la información sobre la matanza de Bucha
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, considera que las imágenes de multitud de cadáveres de civiles esparcidos por las calles de la localidad de Bucha, en la periferia noroeste de Kiev son «una puesta en escena». Así lo hizo saber ayer en un encuentro con el subsecretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths.
Según Lavrov, «el otro día, se lanzó otro ataque falso en la ciudad de Bucha, después de que el personal militar ruso se retirara de acuerdo con los planes y acuerdos alcanzados». «Pero, unos días después, se realizó allí una puesta en escena que los representantes ucranianos y sus patrocinadores occidentales difundieron a través de todos los canales y redes sociales», añadió el ministro, quien aseguró que Rusia «ha pedido al Reino Unido, que preside el Consejo de Seguridad de la ONU, la celebración de una reunión sobre la situación en Bucha».
Las apocalípticas imágenes de Bucha fueron por primera vez publicadas por Reuters, AFP y el asesor de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak. Inmediatamente después, el Ministerio de Defensa ruso rechazó tales informaciones y las calificó de «provocación». La dirección castrense rusa insiste en que «ninguno de los residentes locales sufrió ningún acto violento mientras la ciudad estuvo bajo el control del Ejército ruso». Subraya además que las «tropas rusas abandonaron Bucha el 30 de marzo, su alcalde anunció su liberación, sin que se denunciasen ningún, tipo de matanzas, y, dos días después, aparecen los cadáveres».
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo ayer que toda la información sobre Bucha «debe ser cuestionada». Afirmó que «los vídeos no pueden ser fidedignos debido a que especialistas del Ministerio de Defensa ruso han identificado signos de falsificación». Según su opinión, «los hechos y el calendario de sucesos no habla a favor de la fiabilidad de estos documentos». Lamentó además que la petición de Rusia de tratar lo sucedido en Bucha en Naciones Unidas «ha sido bloqueada».
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, reiteró a través de su cuenta de Telegram que «Rusia ha pedido una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en relación con la provocación del Ejército ucraniano y elementos radicales en la ciudad de Bucha». Zajárova calificó de «crimen» el «montaje escenificado en Bucha (…) para interrumpir las negociaciones de paz y disparar la violencia».
«Instigar un genocidio»
El domingo por la noche, en el canal de televisión público ruso «Rossiya-1», en el programa del recalcitrante enemigo de las actuales autoridades de Kiev, Vladímir Soloviov, la portavoz de Exteriores dijo que el escándalo internacional por la masacre de Bucha «minutos después de que publicaran las imágenes no deja dudas sobre quién encargó esta historia», en alusión a los países de Occidente. «Dispuestos estaban a acusarnos de todo cuando lo expertos no han empezado a trabajar y carecen todavía de información para aclarar lo sucedido, pero ya lanzaron acusaciones de carácter político», agregó Zajárova.
En este contexto, la agencia rusa RIA-Nóvosti publicó el domingo un artículo de Timoféi Sergueítsev bajo el título «Qué debería hacer Rusia con Ucrania» llamando a llevar a cabo sin reparos la «desnazificación» del pueblo ucraniano ordenada por Vladímir Putin cuando lanzó la actual intervención armada el pasado 24 de febrero.
Sergueítsev cree que «la desnazificación es necesaria cuando una parte significativa del pueblo ucraniano, muy probablemente la mayoría, ha sido arrastrada e incluso ha asimilado la política del régimen nazi» que dirige el país. De esta manera, prosigue el columnista, «aquí ya no se puede aplicar la hipótesis de que la población es buena y el poder malo», dejando así claro que unos y otros son malos, unos y otros son nazis.
Tras leer el artículo, el periodista y bloguero ucraniano, Denís Kazanski, considera que Sergueítsev está instigando un «genocidio». A su juicio, «declara equivocada a toda la Nación y promueve la necesidad de destruir a los ucranianos y su Estado».
«Burda falsificación»
En la misma línea, el embajador de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, convocó este lunes una rueda de prensa en la sede en Nueva York de la organización internacional para denunciar los abusos de Occidente contra Moscú y defender su propio relato sobre las imágenes del horror en Bucha. Nebenzia abundó en el relato presentado durante el día por su superior, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, que calificó a las imágenes de cadáveres de civiles ucranianos -algunos víctimas de aparentes ejecuciones- en la localidad al norte de Kiev como «montaje».
«Ningún local ha sufrido ataques violentos mientras la localidad estaba bajo control de las fuerzas rusas», defendió Nebenzia, algo que contradicen testimonios abundantes de supervivientes en Bucha tras el repliegue ruso.
Pese a que las evidencias indican la contrario y pese a que la gran mayoría de países occidentales defiende que hay pruebas de que Rusia cometió crímenes de guerra, Nebenzia aseguró que las imágenes de Bucha son una «falsificación burda».
El diplomático dijo tener pruebas numerosas de ello. Pero lo único que mostró fueron dos vídeos en los que el alcalde de Bucha y un jefe militar celebran la liberación de la ciudad sin hacer referencia a los cadáveres descubiertas y otro de un convoy ucraniano que recorre una calle de la localidad en la que no hay cadáveres. Poco después de que hablara, ‘The New York Times’ publicó un vídeo en el que mostraba que los muertos recogidos en los vídeos este fin de semana al entrar en Bucha ya aparecían en imágenes de satélite el 19 de marzo.
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