La ONU avisa de que todos los sectores deben reducir emisiones en 2025 para asegurar un 'futuro habitable'
Un nuevo informe del IPCC avisa de que el pico de gases de efecto invernadero debe producirse ya o los objetivos para limitar los peores impactos del cambio climático quedarán fuera de alcance
La energía, la producción, la agricultura, los edificios, el transporte e incluso el estilo de vida. En todos los ámbitos relacionados con la vida del hombre se deben reducir las emisiones de efecto invernadero, y hacerlo de forma rápida y profunda, si la humanidad quiere evitar una catástrofe climática y mantener el calentamiento global entre 1,5 y 2 grados. Es posible lograrlo, pero para ello será necesario que las emisiones lleguen a su máximo, a más tardar, en 2025, y después caigan drásticamente.
Son las conclusiones de un informe especial del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU, el IPCC, el mayor grupo de expertos en esta materia, que este lunes ha publicado una guía sobre cómo frenar el calentamiento del planeta para evitar los peores impactos del cambio climático en forma de inundaciones, sequías, huracanes, aumento del nivel del mar o pérdida de especies.
Para sus conclusiones casi 300 investigadores han analizado más de 59.000 artículos científicos.
«Nos encontramos en una encrucijada. Las decisiones que tomemos ahora pueden asegurar un futuro habitable. Tenemos las herramientas y los conocimientos necesarios para limitar el calentamiento», ha dicho el presidente del IPCC, Hoesung Lee. Hoy, los planes presentados por los países para luchar contra el cambio climático colocan el planeta en la senda de alcanzar los 2,8 grados de calentamiento para 2100, sin contar los cambios en los que puede derivar la guerra de Ucrania, y que quedan muy lejos del compromiso alcanzado en el Acuerdo de París para intentar frenar los estragos climáticos.
El problema radica en que, durante años y pese a las alertas científicas, las emisiones han seguido creciendo y acumulándose en la atmósfera, lo que ha reducido las posibilidades de evitar un calentamiento exacerbado en este mismo siglo. Entre 2010 y 2019, las emisiones anuales alcanzaron los niveles más altos en la historia de la humanidad, aunque la tasa de crecimiento se ha desacelerado respecto a la década anterior.
«Este informe es una letanía de promesas climáticas incumplidas. Es un archivo de la vergüenza, catalogando las promesas vacías que nos encaminan firmemente hacia un mundo inhabitable», ha asegurado el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un duro mensaje. «Algunos líderes gubernamentales y empresariales dicen una cosa, pero hacen otra. En pocas palabras, están mintiendo».
Si en los próximos ocho años no se producen reducciones drásticas e inmediatas en todos los sectores, limitar el calentamiento global a 1,5°C no será posible. En concreto, el pico de emisiones debería alcanzarse en 2025 y lograr una caída del 43% para 2030, e incluso con estas cifras es probable que se sobrepase temporalmente el umbral. Si el pico se retrasa más allá de 2025, también quedaría fuera del alcance limitar el calentamiento global a 2 grados, aunque en este escenario la caída de emisiones es más lenta y para 2030 debería ser de un cuarto.
Energías limpias
El informe destaca que para lograr ese 'futuro habitable' es necesaria una transición a energías sin emisiones, como las renovables, aunque también abre la puerta a mantener el uso de combustibles fósiles si se incluyen sistemas de captura y almacenamiento de carbono. En concreto, calcula que para limitar el calentamiento global a 1,5 grados, el carbón debe caer un 95%, el petróleo un 60% y el gas un 45% para 2050 si se utilizan estos sistemas. Para mantener el calentamiento en 2 grados, las cifras de reducción son del 85%, el 30% y el 15% respectivamente.
La apuesta de los expertos climáticos es hacer un cambio hacia las energías limpias. Sobre ellas, destacan que desde 2010 los costes de la energía solar, eólica y las baterías han caído hasta en un 85%. Sin embargo, reconocen, todas las estrategias para reducir las emisiones suponen desafíos tecnológicos, de costes y de despliegue.
Además, también serían necesarios cambios en la demanda, la mejora de la eficiencia, la reducción de otros gases como el metano y el despliegue de métodos para eliminar dióxido de carbono en los sectores más costosos de descabonizar.
«Es ahora o nunca si queremos limitar el calentamiento global a 1,5°C», ha asegurado el copresidente del Grupo de Trabajo III del IPCC, Jim Skea. «Sin reducciones de emisiones inmediatas y profundas en todos los sectores, será imposible».
Sectores
El informe analiza cada uno de los sectores implicados en las emisiones de efecto invernadero. «Contar con las políticas, la infraestructura y la tecnología adecuadas para permitir cambios en nuestro estilo de vida y comportamiento puede resultar en una reducción del 40 al 70 % en las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050. Esto ofrece un potencial significativo sin explotar», dijo el copresidente del Grupo de Trabajo III del IPCC, Priyadarshi Shukla.
Se plantea un cambio en las ciudades, reduciendo su consumo de energía (por ejemplo, mediante la creación de ciudades compactas y transitables), la electrificación del transporte en combinación con fuentes de energía de bajas emisiones y una mayor absorción y almacenamiento de carbono utilizando la naturaleza.
En la industria, que representa alrededor de una cuarta parte de las emisiones globales, sería necesario mejorar la gestión de los materiales, reutilizar y reciclar productos y minimizar los residuos. No obstante, el informe reconoce que en este ámbito es un desafío lograr las cero emisiones, por lo que plantea que se complemente con sistemas de captura y almacenamiento de carbono.
La agricultura, la silvicultura y otros usos de la tierra pueden proporcionar reducciones de emisiones a gran escala y ayudar a eliminar y almacenar dióxido de carbono. Sin embargo, avisan los expertos, estrategias como la reforestación no podrán compensar los retrasos en las reducciones de emisiones de otros sectores.
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