El peculiar motivo por el que Vladímir Putin no mueve su brazo derecho al andar
El presidente ruso planea cada gesto y movimiento, para imposibilitar que le analicen
Su nombre está en boca de todos, pero se sabe muy poco sobre quién es Vladímir Putin. Su pasado como agente secreto de la KGB, su vida privada y sus intenciones políticas son una incógnita de la que, sin embargo, en ocasiones se desvelan algunas claves. Su obsesión por el secretismo y por generar incertidumbre le acompañan desde que hace dos décadas ascendió al poder en Rusia. Su gélido rostro, ausente de emociones o gestos, hace que sea difícil analizarle.
Una de las cosas que han llamado la atención de los expertos es que Putin, al andar, no mueve su brazo derecho. Lo deja colgando, rígido, pegado a su cuerpo, mientras que el izquierdo sí se mueve con naturalidad al ritmo de sus pasos.
Una serie de expertos de la revista médica inglesa British Medical Journal (BMJ) se propusieron analizar el motivo detrás de este curioso gesto, planteando en un principio que fuese el síntoma o consecuencia de alguna enfermedad. Sin embargo, observaron que también lo reproducían otros líderes rusos como Dmitri Medvedev, Anatoly Serdyukov, Sergei Ivanov o Anatoly Sidorov, que también recibieron en su día formación militar.
Putin fue agente de la KGB (del Comité para la Seguridad del Estado), en la que se mantuvo desde su ingreso en 1975 hasta la caída de la URSS en 1991. Los miembros de la KGB recibían una férrea educación en la que se les inculcaban diferentes técnicas militares, como esta ausencia de movimiento en el brazo, bautizada por la BMJ como 'la marcha del pistolero', de acuerdo con un manual de entrenamiento de la agencia de inteligencia soviética recogido por NBC News.
El objetivo de este gesto es que los agentes tuviesen la mano derecha (la del brazo inmóvil) preparada para proteger su pistola o para sacarla rápidamente de la funda. Putin ya no va armado, pero mantiene el gesto.
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