LA MALDAD PERMANECE.
¿Qué es la maldad? Es eso que has visto demasiadas veces. Ante cualquier suceso, recuérdalo: la encontrarás lo mismo arriba que abajo, pues de ella están llenas las historias antiguas, las intermedias y las recientes, la ciudad y sus casas" (Marco Aurelio. Meditaciones, VII).
Nadie puede negar la violencia cuando existe, el problema está en señalar a una mayoría (hombres) por lo que haga una minoría. Seguramente no te afecte tanto la violencia contra los ancianos, ancianas en su mayoría: en casa son un estorbo, residencias tercermundistas, desde las administraciones son ignorados... son los más indefensos, sin salud, sin medios y sin posibilidad de defenderse. ¿Por qué? En esta última participamos todos: mujeres y hombres ¿Cómo la denominados?, cobardemente enmascarada.
Si hay una violencia repudiada por todos es contra los niños, claro que es muy doloroso. ¿Cómo acabarías tú con estos sucesos? Las tragedias no entran en las mentes sanas, pero ampliamos todo si empezamos a buscar culpables fuera del causante de los hechos. Las adicciones trastornan mentes, no tratemos de comprender. No busquen respuestas a tragedias. Culpar a géneros, etnias o sistema es huir del problema: educación nefasta, llena de comodidad, cargada de adicciones, sin disciplina y carente de respeto por todo. Solo uno mismo. Egoísmos sin límite.
Todas las violencias están contempladas en el Código Penal. Aquí tiene razón Vox, la violencia mayor la sufren los más débiles, los ancianos entre ellos, la mayoría mujeres. Pero esa es invisible.
Confundir la violencia de unos pocos con machismo generalizado es osado y carente de seriedad. Usted, quien así opina, pretende ser el único hombre entre toda una jarca de impresentables machistas. Al menos yo en mi entorno no veo hombres tan peligrosos, es más, aman a sus esposas, madres e hijas; las defenderían hasta con su propia muerte.
Los que más añaden leña a la incomprensión son los de la ley del Menor, los de la violencia de género, los que defienden al rapero como libertad de expresión, los que tienen a los ancianos en cementerios vivientes... Hipocresía, todo es hipocresía. Es difícil de cuadrar en mente sana adicciones que trastornan mentes.
¿Un mundo más justo? Todo está en la educación de base, la que imparten padres tutores y profesores. Esa será deficiente hasta conseguir una ley de educación consensuada para convertir niños y adolescentes en personas maduras. El resto es clamar al cielo en busca de respuestas.
Tragedias así no pueden encuadrarse en ningún tipo de violencia estructural, es simplemente locura, ¿por qué? Vaya usted a saber. Puede que las adicciones tengan mucho que ver en el trastorno de mentes. No podemos dejar este tipo de sucesos en manos de imberbes como Irene Montero o Belarra.
Es difícil de digerir una tragedia así, pero no hay leyes, condenas y penas de muerte que solucionen una mente trastornada, ¿por qué? Ese es el dilema. Pueden ser adicciones o simplemente que hay personas que dejan de serlo para convertirse en asesinos sin posibilidad de evitarlo nadie. Hoy es el padre, pero vimos casos donde la asesina era la madre.
Esta tragedia debería haceros reflexionar a los responsables políticos. Cuando ocurren este tipo de sucesos no van contra nadie, es simple locura, propia de adicciones que trastornan mentes. Lo debieran esclarecer expertos, y no dejarlo en manos de niñatas como Irene Montero.
Es curiosa la tiranía verbal de esta ministra ante el éxito de Plácido Domingo, un señor que era perseguido hasta la habitación de los hoteles por cientos de mujeres, se le metían hasta debajo de la cama, no solo a él, a todos los famosos se los rifan, persiguen y acosan. Pero veinte años después le denuncian.
La deshumanización de las personas está clara, pero ante sucesos donde las víctimas son niños todos nos sentimos culpables y tratamos de encontrar respuestas en los demás.
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