Rebelión del PSOE tras su abstención a la 'ley Trans': «No es 'progre' ni de izquierdas fulminar los derechos de las mujeres»
Una treintena de dirigentes socialistas y el feminismo clásico cierran filas ante las «presiones, chantajes y amenazas» que está dirigiendo el colectivo LGTBI, que considera que su voto neutro pasará factura a Ferraz
A Ferraz, que no está en su mejor momento, le pasará factura su voto neutro de ayer en el Congreso a la iniciativa de 'ley Trans' que sí apoyó Unidas Podemos. Así lo han dejado entrever entidades como el Consejo de Juventud de España, que no entiende el giro abstencionista de los diputados socialistas, ni colectivos LGTBI, clásicos de esta órbita progresista. Tampoco la Federación Plataforma Trans, más afín a Unidas Podemos, se lo pasará por alto. Y muchos ya han sugerido en tono amenazante a los dirigentes del PSOE (y a sus simpatizantes, como el presentador Jorge Javier Vázquez, que recientemente hizo campaña por Ángel Gabilondo) que no se les ocurra acercarse a las celebraciones e hitos importantes para el colectivo, como el próximo Día del Orgullo LGTBI.
Quien puso en el foco del debate esta jornada, inminente, fue Irene Montero, ministra de Igualdad. Lo hizo en el debate en el pleno del hemiciclo de este martes 18 de mayo. El Día del Orgullo es la jornada clave que se ha fijado su ministerio para intentar aproximar al Congreso su propia ley, aunque los plazos juegan en su contra, porque sigue varada en La Moncloa. Reactivar la ley es una misión harto complicada ahora mismo: está paralizada por la vicepresidenta primera Carmen Calvo y el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, con un informe jurídico completo sobre las lagunas que contiene el redactado de esa ley por el equipo de Montero. Pero es el nuevo propósito de Montero, por eso los colectivos se han fijado también esa data en el calendario para evaluar qué harán hasta entonces los socialistas.
Estos han salido hoy en tromba para justificar su acción. «Por coherencia interna y con las corrientes del feminismo clásico», ha dicho hoy un diputado, mientras otro, que no quiere identificarse, hablaba de que el PP tiene todo a su favor para denunciar esa ley ante el Tribunal Constitucional, como hiciera con el matrimonio igualitario, y que el Alto Tribunal le dé la razón porque hay puntos claramente anticonstitucionales y redactados al margen de las leyes.
Debate en el pleno del Congreso
Sea como fuera, visiblemente molestos en muchos casos, han colegido que ayer no podían votar otra cosa que no fuera abstención en el pleno del hemiciclo, donde seis partidos de la izquierda del arco parlamentario se unieron para poner sobre la mesa una 'ley Trans' copiada de la de Igualdad. El PSOE se unió a partidos de la derecha, como PP y Vox (ambos votaron en negativo), para impedir que s e tramite la proposición de ley grabada en el Congreso por ERC y el Grupo Plural. Esto ha provocado una reacción airada de más de un miembro del colectivo, como Mar Cambrollé, la presidenta de la Federación Plataforma Trans, que, airada, ya habla del 'trifachito' con el color rojo socialista para aludir a la suma de PP, Vox y PSOE.
Una treintena de dirigentes socialistas y el feminismo clásico, con entidades como la Fundación Mujeres y la plataforma Contra el Borrado de las Mujeres, cierran filas ante la presiones y reeditan un manifiesto que ya lanzaron en junio de 2020 cuando comenzó a tramitarse la 'ley Trans' de Igualdad. Lo hicieron ayer por la tarde antes de hacerse público el voto final del PSOE.
En junio del año pasado, el documento llevaba estampadas las firmas de los ministros José Luis Ábalos y Carmen Calvo, entre otros. En esta ocasión, Elena Valenciano, Laura Seara, Amelia Valcárcel, Ángeles Álvarez, Alicia Miyares y Rosa Peris, entre las 26 firmas iniciales, aseguran que «no caben derivas interpretativas ante la línea marcada por aquel documento (que se tituló 'Argumentos contra las teorías que niegan la realidad de las mujeres'), y que sentirse mujer o varón no podía implicar un reconocimiento de esa identidad en términos jurídicos».
Podemos y sus socios de la izquierda quieren «anular el concepto sexo» biológico de las personas, infieren. Así que para el PSOE «es una postura congruente negarse (con su abstención o con su voto en contra) a la manipulación interesada que está poniendo en riesgo el propio concepto jurídico y sujeto político mujer». Para los socialistas firmantes, «debe ser imposible la misión de legislar sobre la autodeterminación o identidad de género, así que la posición del PSOE sigue siendo la misma de junio de 2020».
«Esperamos coherencia y compromiso por parte de nuestro partido para que mantenga y defienda la posición adoptada en aquel documento», decían momentos antes de la votación de ayer. «Las amenazas o chantajes de grupos de interés transgénero no pueden ser el criterio que determine la posición del PSOE. Ceder al chantaje y pretender posiciones intermedias imposibles es abandonar la defensa de la igualdad y dejar de lado la teoría y el activismo feminista. No es 'progre' ni de izquierdas fulminar los derechos de las mujeres», como sí pretende hacer Irene Montero, opinan. La primera gran guerra sin Pablo Iglesias en el Consejo de Ministros reeditará también una vieja batalla: la lucha por apropiarse de la bandera de la igualdad entre los partidos de la coalición de gobierno.
¡AY PEDRITO¡¿ CÓMO ESTAS DEJANDO ESPAÑA?
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