SEAMOS HUMANOS DE CORAZÓN.
Todos los años en estas fechas me invade una sensación de tristeza pensando en las personas sin hogar, en las familias con unos recursos mínimos y en quienes tienen que pasar estas Navidades en la más completa soledad.
Siempre que llegan estas fechas me hago la misma pregunta: ¿Qué habría que hacer, en medio de tanto despilfarro, para encontrar soluciones a este problema?
Ya sé que no es un asunto menor, pero creo que deberían ser los parlamentarios quienes buscaran una solución a nivel nacional y permanente, y los políticos locales a nivel coyuntural municipal.
Yo aporto una idea por si pudiera servir de algo: propondría que todas las compras de productos de consumo navideño, en una fechas determinadas, estuvieran grabadas con un mínimo impuesto destinado a cubrir esta coyuntura social, que considero de extrema necesidad. Es mi modesta aportación a un problema muy importante que se podría resolver con un pequeño esfuerzo por parte de todos, para sentir menos remordimientos por el desamparo de una parte de la sociedad que necesita nuestro apoyo.
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