el pensador.
QUE SIGA SIENDO ADOLESCENTE.
El uso de esta niña es abuso institucional. Nos la quieren meter poco a poco, a calzador, que vaya entrando por las mentes y pronto todos asimilemos que es nuestra futura reina sin más debate y reflexión. Es puro adoctrinamiento, equiparable al que usaron y usan los independentistas.
Una niña debe estar estudiando, prepararse, no para reina, para ser mujer y profesional en lo que ella decida para el futuro -resulta que igual no quiere ser reina y sí una investigadora, doctora, bombera... o, en un alarde de pensamiento democrático, prefiere ser alguien elegida en las urnas que heredar responsabilidades para las que quizá no tenga dones ni capacidad.
Recuerdan la Historia de España, cargada de reinas y reyes majaderos o con personalidades imposibles de aceptar para el cargo que ocuparon-. Pero como está escrito cómo se heredan los cargos, hay que tragarlos. ¿Piénsenlo un poco?
Si lo que hacen con esa niña lo hicieran otros padres cualesquiera, estaríamos hablando de abuso en toda regla. Los niños no deben trabajar, no deben usarse para actos entre mayores.
Resulta que el padre tardó años en tomar la alternativa como rey (jefe de Estado y de las Fuerzas Armadas, aunque sea un tanto simbólico todo ello) -digo yo, para ser simbólico, ¿por qué no lo es su sueldo y toda clase de prebendas de las que disfruta esa familia de la herencia institucional en su grado más absurdo dentro de un democracia que se precie?-, entró de mayorcito, ya tenía todos los dientes, pues dedícate a tu cargo, has tenido muchos años de preparación, para ahora delegar en una niña tu responsabilidad.
Creo que ella quizá crezca más adecuada a los tiempos y a la realidad, ustedes los Borbones, por serlo, no debieran pervertir nuestra democracia; si quieren ocupar cargos: a las urnas como todos los demás. Y creo que usted, Felipe, saldría elegido en una hipotética república por mayoría. Cae bien, está preparado y sería un presidente con empaque y responsabilidad.
No huyan de este debate, está en la calle, algún día se planteará sin tapujos; para entonces quizás estén metiendo a su hija en un laberinto que usted podría resolver de un plumazo ahora.
Dejen a la niña crecer, jugar, estudiar... que ella decida ser lo que desee. No la encaucen para complacerlos a ustedes, sabedores de lo fácil que es manipular a esta sociedad cuando se les adoctrina en el tiempo.
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