Los graneros de Vox: el voto a la ultraderecha se concentra en los municipios con más inmigración.
El PAÍS analiza el peso de la población foránea en el auge del partido de Abascal. El fenómeno parece evidente en Andalucía, Murcia, Extremadura o Alicante.
Vox ha penetrado con más fuerza en algunos lugares de España. Y no son sitios al azar. Son evidentes las diferencias territoriales, porque el partido fue más fuerte en Madrid, Murcia o Valencia y mucho más débil en Galicia, Cataluña o País Vasco, pero un análisis cuidadoso de los votos calle a calle sugiere que otra clave ha sido la inmigración. Vox ha conseguido más votos en los pueblos donde vive un mayor porcentaje de inmigrantes no europeos o del este. La relación es significativa y se repite en Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, Baleares, Aragón, Murcia, Asturias y Canarias. El vínculo se mantiene aunque tengamos en cuenta otros factores como la renta del barrio o la cantidad de trabajadores agrarios que viven en esa localidad.
El siguiente gráfico muestra esa relación. Cada punto representa una sección censal (vecindarios de unas 1.500 personas) y muestra dos datos: el porcentaje de gente que votó por Vox el pasado domingo y la cantidad de inmigrantes que viven en ese municipio. La relación es clara en lugares como Murcia o Andalucía. Nuestro análisis multivariable —cuya metodología se describe al final de este texto— sugiere, además, que ese vínculo podría ser causal: entre dos barrios parecidos (en renta y edad) de ciudades parecidas (del mismo tamaño, en la misma comunidad autónoma y ambos en el campo), el que tiene más porcentaje de inmigrantes tendrá probablemente más votantes de Vox.
Para concluir esto hemos analizado el voto en las más de 30.000 secciones censales de toda España y lo hemos cruzado con una docena de variables del vecindario y del municipio.
Hay algunos ejemplos elocuentes. El municipio de Cáceres donde Vox logró sus mejores resultados fue Talayuela (33%), que es precisamente la ciudad con más inmigrantes de la región (27%). En Huelva ocurre igual: Lucena del Puerto es la localidad con más votos a Vox (35%) y con más inmigrantes (36%).
La relación de la inmigración y el voto de Vox es mucho más débil si nos fijamos en la presencia de inmigrantes en el barrio. Puede parecer paradójico, pero tiene sentido. Dentro de un municipio las secciones censales que más votan por Vox no suelen ser aquellas con más inmigrantes. Es posible que la convivencia reduzca el rechazo a la inmigración. Pero también hay otras explicaciones, como la propia segregación de las ciudades. A menudo, los lugares con más voto a Vox son los que colindan con barrios de inmigrantes. En Madrid esto ocurre en el distrito de Tetuán, donde la calle Bravo Murillo actúa como frontera. Al oeste, más pobre y con más inmigración, el voto a Vox no llega al 20%. Sin embargo, Vox ronda el 25% en las secciones del este, donde las rentas son mayores y la inmigración es mucho más escasa.
Aunque en general no es posible inferir características de individuos a partir de una estadística territorial —porque podríamos caer en una falacia ecológica—, en este caso la hipótesis parece clara: los mensajes de Vox en contra de la inmigración habrían tenido más éxito en los municipios donde hay más extranjeros.
La renta de los votantes de Vox es complicada. Sabemos por encuestas que Vox tuvo en abril más éxito entre votantes de rentas medias y altas. Pero los resultados del 10-N ofrecen una imagen más compleja: en general Vox tiene más votos en barrios ricos y en ciudades pobres. Además, su perfil es diferente según cada comunidad autónoma. Para mostrar esa complejidad basta con ver el voto de Vox en barrios de diferentes ciudades. En Madrid, Valencia y Sevilla el partido creció con la renta del vecindario: es probable que allí le haya votado más gente de renta alta. Pero en Málaga, Murcia o Alicante ese perfil es plano o se invierte: en esas ciudades Vox pudo tener muchos votos de personas de renta media o baja.
VOX VA A GOBERNAR EN ESPAÑA.
Aunque en general no es posible inferir características de individuos a partir de una estadística territorial —porque podríamos caer en una falacia ecológica—, en este caso la hipótesis parece clara: los mensajes de Vox en contra de la inmigración habrían tenido más éxito en los municipios donde hay más extranjeros.
La renta de los votantes de Vox es complicada. Sabemos por encuestas que Vox tuvo en abril más éxito entre votantes de rentas medias y altas. Pero los resultados del 10-N ofrecen una imagen más compleja: en general Vox tiene más votos en barrios ricos y en ciudades pobres. Además, su perfil es diferente según cada comunidad autónoma. Para mostrar esa complejidad basta con ver el voto de Vox en barrios de diferentes ciudades. En Madrid, Valencia y Sevilla el partido creció con la renta del vecindario: es probable que allí le haya votado más gente de renta alta. Pero en Málaga, Murcia o Alicante ese perfil es plano o se invierte: en esas ciudades Vox pudo tener muchos votos de personas de renta media o baja.
VOX VA A GOBERNAR EN ESPAÑA.
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