La riqueza sin fin del hombre que “en Siria era casi Dios”
Las justicias de España y Francia destapan el ingente patrimonio de Rifaat el Asad, tío del actual dictador del país asiático, ahora procesado por organización criminal y blanqueo.
Adnan Alhwash, exgeneral del ejército sirio que desertó en los años ochenta para no cumplir una orden que implicaba masacrar a cientos de compatriotas, es el principal testigo de cargo contra Rifaat el Asad, exvicepresidente y tío del actual dictador del país asiático, Bachar el Asad, en la investigación por delitos de lesa humanidad que siguen contra él las autoridades judiciales de Suiza. Su testimonio, repleto de detalles sobre cómo el que fuera hombre fuerte del régimen sirio durante años saqueó las riquezas arqueológicas y se enriqueció con todo tipo de negocios ilícitos, desde el narcotráfico a la extorsión, ha sido incluido por el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata en el auto por el que este viernes ha procesado a Rifaat el Asad por el supuesto blanqueo de 695 millones de euros en España con un sinfín de inversiones inmobiliarias. En su escrito, el magistrado español recoge precisamente una frase de este exmilitar que refleja el inmenso poder que el exvicepresidente sirio llegó a acumular en su país antes de tener que abandonarlo: “En Siria era casi Dios”.
El auto por el que el magistrado español procesa a Rifaat el Asad y a otras 13 personas –entre ellas sus dos esposas y ocho de sus hijos– detalla la enorme fortuna que el tío del actual presidente de Siria llegó a acumular durante los años setenta y ochenta gracias, precisamente, a este enorme poder, pero también cómo invirtió esos fondos en Europa en propiedades y un nivel de vida solo acto para multimillonarios. Un ejemplo es el palacete que el exdirigente sirio adquirió en la Avenida Foch, en París, cuando se afincó en Francia tras abandonar su país por el enfrentamiento que mantenía con su hermano Hafez, entonces presidente y padre del actual mandatario sirio. La lujosa vivienda parisina le costó 21,5 millones de francos (3,2 millones de euros) en 1984 e invirtió en ella posteriormente otros 7 millones de euros en amueblarla.
No fue su único dispendio en el país vecino, según revela la investigación judicial francesa incorporada a la causa de la Audiencia Nacional. Rifaat el Asad compró un segundo palacete, una finca de cría caballar, un apartamento de lujo y un terreno de 788 metros cuadrados. En 2014, la Dirección Nacional de Investigaciones Fiscales de Francia evaluó el conjunto de este patrimonio en más de 90 millones de euros, buena parte controlado a través de sociedades registradas en los paraísos fiscales de Curaçao, Liechtenstein y Panamá. La investigación de las autoridades judiciales francesas también reveló la existencia de una propiedad del exdirigente sirio en Reino Unido. En concreto, una mansión de tres plantas y 65 habitaciones construida sobre un terreno de 4,5 hectáreas que es la residencia privada más grande del país, solo superada por el Palacio de Buckingham. En 2007, esta propiedad fue valorada en 32 millones de libras (37,2 millones de euros).
En España, las primeras inversiones del tío del actual presidente de Siria se sitúan en 1986, con la compra de 244 plazas de garaje a través de una sociedad gibraltareña. No fueron las últimas. A lo largo de los años continuó adquiriendo inmuebles y terrenos, principalmente en puntos estratégicos de la Costa del Sol. Entre ellos, en la localidad de Benahavís (7.900 habitantes), donde adquirió en octubre de 1988 una finca valorada en 60 millones de euros, La Máquina. Con 3.300 hectáreas, la cuarta parte del término municipal, son unos terrenos de alto valor ecológico catalogados de especial protección por la Junta de Andalucía donde Rifaat el Asad pretendía levantar lo que definía como una “ciudad siria”. En realidad, una urbanización de lujo con campos de golf y exclusivas viviendas solo al alcance de millonarios. En total, la investigación del juez De la Mata atribuye a Rifaat el Asad la adquisición en España entre los años 1986 y 2005 de 507 propiedades valoradas en 695 millones de euros. Hay plazas de aparcamiento, trasteros, locales comerciales, fincas apartamentos… todo ello oculto bajo una maraña de sociedades y mercantiles, entre ellas 29 registradas en Gibraltar al que el magistrado sitúa como epicentro de la supuesta estructura de blanqueo de la trama de Rifaat el Asad. Un enorme patrimonio inmobiliario, que como destaca el magistrado en su auto, tiene como destino el alquiler a “precios muy elevados que dejarían muy altos rendimientos”.
El juez también se fija en el elevado nivel de vida del exvicepresidente sirio y su familia y, sobre todo, en la adquisición que hacen de objetos “fuera del alcance económico no solo de personas con un poder adquisitivo normal, sino de personas de alto poder adquisitivo, estando estos bienes únicamente disponibles a personas multimillonarias”. Entre ellos destacan tres barcos de recreo. Uno de ellos, el Alesia, “construido de forma personalizada”, fue vendió por el clan de Rifaat el Asad en 2011 a un ciudadano catarí por 325.000 euros. Otro, bautizado como Lara A, de 61 metros de eslora y que para salir a navegar necesita una tripulación de 17 marineros, se alquila por 150.500 euros a la semana. También hay un avión privado Boeing 727, capaz de transportar a 180 pasajeros y que fue registrado en el paraíso fiscal de las islas Caimán, del que el exdirigente sirio se desprendió en 1994.La investigación también revela la adquisición de numerosos vehículos de gama alta, entre ellos un todoterreno Hummer y dos automóviles blindados. En los registros que la Guardia Civil realizó en abril de 2017 dentro de la llamada Operación Scar que ahora ha permitido al juez De la Mata concluir su investigación contra el clan El Asad se localizaron también relojes, joyas, alfombras, marfiles y cuadros que la investigación ha tasado en cerca de 300.000 euros. Entonces se bloquearon 26 productos bancarios con un importe superior a los 670.000 euros.
Generosas ‘pagas’ para hijos y esposas
El auto del juez De la Mata recoge el testimonio de cuatro hijos y una de las esposas de Rifaat el Asad que revelan la ingente cantidad de dinero en efectivo que manejaba el exvicepresidente sirio. Somar el Asad manifestó que recibía una ayuda anual de su padre de unos 80.000 euros, además de pagarle un seguro de vida y haberle costeado el pago al contado de tres pisos en Marbella. Mohamed Alí afirmó que su padre le remitía todos los años una transferencia de 50.000 euros. La misma cantidad que dijo recibir su hermana Sabla. Por su parte, Siwar el Assad aseguró recibir una asignación mensual de 10.000 euros y que su padre le pagaba el alquiler de 90.000 libras (105.000 euros) de la casa en el que vivía. Una de las esposas del exdirigente sirio, Lina Al Khayer, reconoció al juez que su marido le daba todos los meses una cantidad de dinero que fluctuaba entre las 30.000 y las 80.000 libras (35.000-93.000 euros). Para el juez, estos testimonios son la demostración de que Rifaat el Asad, que aseguró en su declaración que él únicamente se encargaba de temas políticos, era él quien en realidad tenía el que dirigía y gestionaba de manera “directa y efectiva” la oscura fortuna del clan.
ASI HAY TANTOS POBRES EN LA TIERRA.
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