La actual guerra comercial entre China y Estados Unidos, aparte de representar un problema para la economía mundial, plantea otras cuestiones no menos relevantes. El conflicto se recrudece en el sector tecnológico, mostrando una evidencia que para el consumidor de a pie es preocupante; las últimas acciones demuestran los vínculos entre las empresas del sector y sus respectivos Gobiernos. Y eso en todas partes. Si Huawei, como afirma EE UU, sirve para espiar a favor del Gobierno chino, ¿por qué no podemos pensar lo mismo de Google, que se aviene a romper con los clientes de sus productos que utilizan los móviles de Huawei, dejándolos en la estacada? ¿Qué garantías tenemos los usuarios de que no somos simples peones? La interferencia política en el uso de la tecnología genera una inseguridad grave que afecta a uno de los pilares de la sociedad: el acceso y el uso de la información.
ESTAMOS EN SUS MANOS NO SOMOS NADA JUEGUETES DE LA TECNOLOGIA,TFNS.MÓVILES.
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