Ada Colau este viernes en el pleno
Todos contra Colau... sin poder echarla.
La alcaldesa de Barcelona somete el presupuesto a una cuestión de confianza que abre, de facto, la campaña electoral.
Todos contra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. 30 concejales del consistorio de la capital catalana se han pronunciado en contra en la votación por la que Colau ha sometido la aprobación de su presupuesto a una cuestión de confianza. Solo los 11 regidores del gobierno han votado a favor de ellos mismos en un pleno extraordinario que ha evidenciado tres cosas. Una, Colau está más aislada que nunca, porque en la cuestión de confianza del año pasado gobernaba con el PSC. Dos, la diabólica aritmética del pleno impide a la oposición armar un gobierno alternativo y echarla. Y tres, aunque falta un año y medio para las elecciones, ha comenzado la campaña electoral. Si no se forma un gobierno alternativo, en 30 días el presupuesto quedará aprobado.
La alcaldesa ha tomado la palabra al final de las intervenciones para retar a la oposición: “Ustedes que tanto han hablado de diálogo, hagan posible un gobierno alternativo, si según ustedes el actual es malo para la ciudad”. La alcaldesa ha defendido su intento para negociar las cuentas: “No ha sido fácil por el contexto político”, ha dicho en referencia a que ha coincidido con la resaca del referéndum independentista y las elecciones del 21-D. Colau ha admitido que “queda mucho por hacer” y ha señalado que su gobierno “seguirá haciendo propuestas en este plenario si [la oposición] no encuentra alternativa”. “Llevamos medidas concretas y espero que sean responsables y se posicionen a favor de la ciudadanía y no de intereses partidistas y electorales”.
El de hoy ha sido el tercer viernes consecutivo en el que en el consistorio barcelonés se debatía sobre el presupuesto. Primero fue una comisión extraordinaria de economía para intentar salvarlo, luego el pleno de enero donde fue tumbado, y hoy la votación de la cuestión de confianza. Como los otros dos viernes, los reproches a Colau y su equipo han sido los mismos. Aislamiento, falta de diálogo, incapacidad para alcanzar acuerdos... desconfianza, en fin el día, que justo se votaba sobre la cuestión. Nadie ha perdido la ocasión para recordarle a la alcaldesa que sigue habiendo pobreza y que la vivienda —el gran tema que la aupó a la alcaldía— sigue siendo un drama, ahora por la burbuja del alquiler. “Esto ha acabado, ustedes no cumplen ni con los suyos”, ha sintetizado el exalcalde Xavier Trias.
Como suele ser habitual, el portavoz del Gobierno y responsable de la cartera de Economía, Gerardo Pisarello, ha protagonizado los enfrentamientos más duros. Primero con el PDeCAT y ERC, a quienes tras las duras críticas de sus líderes, Xavier Trias y Alfred Bosch, les ha espetado: “No nos den lecciones de gestión, cuando desde la Generalitat llevan al país contra las rocas. Estáis dando lecciones cuando habéis llevado el país a la parálisis, me parece escandaloso que den lecciones de gestión”.
Hoffman, ¿alcalde?
Uno de los protagonistas del pleno de este viernes ha sido John Hoffman, el máximo responsable de GSMA, la patronal que organiza el Mobile World Congress. Tanto el gobierno de Colau como los grupos han aplaudido su intervención en el acto de ayer, que han puesto de ejemplo de remar todos a una cuando hay algo importante en juego, en el que Hoffman pidió a la ciudad que recupere la confianza. Trias, por ejemplo, ha celebrado su actitud: “Nos dio una lección”; Bosch (ERC), que “ayer el directivo de la GSMA ganó su cuestión de confianza”. Solo la CUP ha discrepado: “Están todos contentos con Hoffman, nosotros no; parece que podría ser el nuevo alcalde de la ciudad”.
El exalcalde Trias acababa de acusar a Colau de ser “incapaz de gestionar para lograr apoyos”, con “el resultado de un desastre”. Y Bosch, de representar “la ingobernabilidad”: “La falta de gobernanza es usted, es imposible, por agotamiento, que les demos confianza, la esperanza está en las urnas en 2019”.
Pisarello también se ha enfrentado a la líder de Ciutadans, Carina Mejías, que le ha recordado que el 21-D ganó en siete distritos de la ciudad. El portavoz de Colau le ha reprochado que fuera 20 años militante del PP y que, coincidiendo con el gobierno del expresidente Aznar, “no expresara nunca disidencia”. “En Madrid, Ciudadanos apoya el desalojo exprés y el despido libre; cuando hable de vivienda y política social no sea hipócrita, y cuando quiera vamos a los barrios a explicar cuáles son sus políticas y cuáles las nuestras y a ver qué pasa”, ha replicado Pisarello a Mejías.
Por su parte, el hasta hace unos meses socio de Colau, el socialista Jaume Collboni, ha calificado el pleno de “día histórico”: “Por primera vez en la historia democrática en un solo mandato hay dos cuestiones de confianza. Señora Colau está usted más sola y aislada que nunca”. “No se pueden resolver los problemas de Barcelona cuando el problema es su gobierno”, ha manifestado. Collboni ha recordado a la alcaldesa que en un gesto de confianza votaron favorablemente a su investidura. Lo mismo ha hecho la CUP, cuando la concejal Eulàlia Reguant ha añadido que también facilitaron la aprobación de la modificación de crédito en 2016, pero que los acuerdos a los que llegaron se han incumplido.
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