Puigdemont ya sabe que no será «president».
El debate está ahora entre si dar el cambiazo a último momento antes que el TC tumbe su investidura o esperar a que haya sido tumbada con los riesgos que esto entraña.
Estado de la situación. PDECat ha convencido al entorno de Puigdemont que no se puede ir a elecciones. Que hay que aguantar hasta el final el farol de «Puigdemont o eleccions» como hace dos años hicieron con «Mas o eleccions» y que terminó con Mas apartándose. En unas nuevas elecciones faltará dinero y la promesa básica de Puigdemont «Si me votas y gano, vuelvo y restituyo el Govern legítim» se ha visto falsa de toda falsedad. Esto afirman los convergentes con coco y recorrido.
El debate está ahora entre si dar el cambiazo a último momento antes que el TC tumbe la investidura de Puigdemont o esperar a que haya sido tumbada con los riesgos que esto entraña. El cambiazo será con Elsa Artadi, Eduard Pujol o Jordi Turull. Parece que este último pierde opciones cada día que pasa. Puigdemont no está decido pero le gustan muchísimo las dotes comunicativas de Eduard Pujol, convergente de toda la vida pero sin carnet. Artadi por edad y por ser mujer. Hay mucho debate y conspiración interna. Este fin de semana se ha visto entre los que se han quedado en Bruselas.
Todos ellos son conscientes del riesgo que hay en dar el cambiazo. ERC puede apelar al «restituir el Govern legítim» que el mismo Puigdemont prometió en campaña. El siguiente después de Puigdemont con derecho a ser investido sería Junqueras. ¿Se puede ser presidente desde la cárcel? Argumentan los postconvergentes. Tanto como desde Bruselas, responden los republicanos. Con delegaciones de poderes y reuniones semanales largas con todos quien acrediten condición de abogado (como ya pasa ahora, se ve semanalmente dos horas con Marta Rovira, Carles Mundó, etc. que pueden acreditar condición de abogado). Además la prisión preventiva de Junqueras no será eterna y su investidura como President podría acelerarla a cambio de un compromiso explícito de acatar la Constitución como ya han hecho todos los otros encarcelados, inclusive los dirigentes de la sociedad civil.
Jordi Sánchez, otro mirlo blanco propuesto por gente del entorno de Artur Mas como David Madí pierde fuerza ya que Puigdemont y su reducido entorno prefieren Eduard Pujol o Artadi. Lo que queda del PDECat también prefería a Sánchez, mucho más solvente políticamente hablando que los dos tapados de Puigdemont.
Lo que está claro es que ya está asumido por JuntsxCat y PDECat es que Puigdemont no será investido President o le reemplazarán en horas. El riesgo es que los republicanos se resistan.
Y CATALUÑA TENDRÁ DOS PRESIDENTES, EL DE LA REPÚBLICA EXILADO Y EL RECONOCIDO POR LAS CORTES ESPAÑOLAS,COMO EL CISMA CATÓLICO CON EL PAPA LUNA.
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