Los diputados de la CUP, Benet Salellas, Gabriela Serra y Albert Botran, este viernes, en el Parlament.
El independentismo avisa de que a partir del sábado podrá declarar la secesión.
El PDeCAT y ERC instan a apurar el diálogo pero admiten que la aplicación del 155 puede agotar el plazo.
El PDeCAT y ERC, los dos partidos de la coalición Junts pel Sí, consideran que a partir de este sábado se sentirán liberados para levantar la suspensión de la declaración de independencia si el Gobierno de Rajoy aplica el artículo 155. Los secesionistas sostienen que Carles Puigdemont dio ayer con su carta otra muestra de diálogo —el diputado Carles Campuzano habló de “tregua”— pero afirman que el plazo se agotará con las medidas que anuncie La Moncloa. La CUP no se siente concernida por el 155 e insiste en que se debe declarar la independencia cuanto antes.
Diputados de Junts pel Sí y la CUP mantuvieron ayer en el Parlament una reunión para decidir cómo y cuándo considerar efectiva la declaración de independencia. Los anticapitalistas de la CUP, partidarios de una declaración “cuanto antes mejor”, no ocultaron su descontento ante la fórmula elegida por Puigdemont de plantear que, si el diálogo no es posible, el Parlament podrá, si así lo considera oportuno, votar la declaración. “El pueblo de Cataluña (...) decidió la independencia. Hasta aquí de acuerdo. El resto, ramonetisme”, dijo la exdiputada (dejó el escaño el pasado día 11) y ahora concejal de Barcelona Eulàlia Reguant en relación a la proverbial característica de los convergentes de nadar entre dos aguas. Mireia Boya, diputada en el Parlament, ya había avisado la víspera: “Hablamos demasiado del 155 y poco de república. Y esto último lo votaron más de dos millones de personas en referéndum”.
Junts pel Sí se escudó en la negociación con la CUP y apenas dio pistas. Su debate se centra en celebrar una sesión monográfica en la Cámara o bien convocar el debate de Política General. Sin embargo, el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, insistió en que mantendrán la oferta de diálogo hasta “el último minuto”, si bien avisó de que están “más cerca” de levantar la suspensión de la declaración unilateral de independencia (DUI). Las medidas del Gobierno, dijo Sabrià, pueden “precipitar las decisiones”. Añadió que mañana será “un día clave”.
Sabrià interpretó como una “amenaza” la respuesta de La Moncloa a la carta que había remitido Puigdemont por la mañana. A su juicio, el 155 “es la enésima agresión a Cataluña y a su soberanía, aunque hace días que ya se está aplicando por la puerta de atrás”. Dejó la duda de si la teórica tregua acaba el sábado pero apuntó: “Cuando el Gobierno ponga negro sobre blanco la amenaza se irán cerrando más las puertas”.
La incógnita es cuándo se celebraría esa sesión, porque los tiempos de la tramitación en el Senado pueden alargarse hasta el día 30. La junta de portavoces se reúne el lunes y a partir de entonces el calendario quedará despejado, pero todo está aún en el aire.
Desde Madrid, los representantes de ERC y PDeCAT en el Congreso mantuvieron posiciones mucho más centradas en insistir en el resquicio de diálogo que, en su opinión, aún queda abierto hasta mañana. “Aún hay tiempo”, insistió Carles Campuzano, portavoz del PDeCAT, que utilizó expresamente la palabra “tregua”: “Mantenemos la tregua hasta este sábado, evidentemente”, dijo para aclarar que hasta entonces no habrá declaración de independencia. Joan Tardà, de ERC, sostuvo que el contenido de la carta de Puigdemont “se ratifica en la voluntad de dialogar y deja todo en stand by”. Y por eso, apuntó, lo mejor sería que el Gobierno hiciera lo mismo con el artículo 155, “pare máquinas” y se siente a hablar, “incluso para hablar de qué hay que hablar y discutir”.
Aún hay tiempo”, insistió Carles Campuzano, portavoz del PDeCAT, que utilizó expresamente la palabra “tregua”
Ninguno de los dos despejó la sospecha de que mañana puedan estirarse otra vez los tiempos y abrirse un nuevo juego de nervios. Nadie quiere ser taxativo. A la pregunta de cuándo se considera activo el artículo 155, si al aprobarlo el Consejo de Ministros o cuando termine el proceso en el Senado, Tardà respondió sin rodeos: “No tengo ni idea”. Recordó que “incluso los catedráticos no se ponen de acuerdo sobre el alcance” de ese precepto. Y cuando se le volvió a preguntar en qué momento se declararía entonces la independencia en el Parlament, volvió a ser posibilista: “Bien, aun cuando todo parece, y es, difícil, yo creo que el escenario todavía sigue siendo propicio a hacer posible el diálogo, porque ¿alguien duda de que todo esto se acabará discutiendo y hablando? Vivimos en sociedades avanzadas en donde todo se resuelve dialogando, luego si al final se acabará negociando y hablando, ¿por qué no hacerlo ya?”.
En cuanto a la ambigüedad de las cartas de Puigdemont, Tardà justificó, en la misma línea, que “lo importante es que los comunicados, las expresiones, las ofertas, contengan tantos anzuelos como necesidad hay de que las partes se acojan a ellos”. “Aquí lo que vale la pena es mantener siempre, siempre, la mano tendida al diálogo y que no haya respuestas unívocas”, dijo. Por su parte Campuzano opinó que las cartas del president son “muy claras”. “Hay unos resultados del 1 de octubre y las consecuencias de ese resultado quedan en suspenso hasta que se articule una oferta de diálogo. Si no hay oferta, las consecuencias se asumen y el Parlament proclamará la independencia”, resumió.
El portavoz del PDeCAT, que rechazó la convocatoria de elecciones anticipadas, lamentó que el Gobierno descarte “soluciones políticas” y de ese modo se entre en un escenario “malo para el conjunto español y muy difícil en Cataluña”. La puesta en marcha del 155 hará “casi imposible el diálogo entre las instituciones”, repitió, y sería “el error político más grande en la democracia en los últimos 40 años”.
CREO QUE ELLOS VAN A DECLARAR LA REPÚBLICA Y EL ESTADO LA VA A INTERVENIR,ALGUNOS DE LOS LÍDERES QUIEREN IR A LA CÁRCEL LUEGO PUEDEN SER NEGOCIABLES.
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