Proyecto de galería comercial para marcas de lujo que se instalará en el interior de Centro Canalejas, junto a la Puerta del Sol.
Habitaciones a 12.000 euros en la Puerta de Sol.
Centro Canalejas, que se inaugurará en 2019, albergará un hotel de lujo, pisos exclusivos y una galería comercial.
La inauguración de Centro Canalejas, cuya reforma costará 524 millones de euros, se retrasa hasta principios de 2019. Cuando el complejo esté finalizado, Madrid contará con el primer establecimiento en España de la cadena Four Seasons, empresa hotelera canadiense centrada en el sector del gran lujo. Según una portavoz del Grupo Villar Mir, matriz de OHL, constructora del inmueble, el precio de las pernoctaciones oscilará entre los 500 euros de una habitación sencilla y los 12.000 euros de la Royal Suite. Tendrá 200 habitaciones.
Four Seasons todavía no tiene presencia en España, aunque sí en Portugal, Francia y Reino Unido. Una portavoz del hotel de Lisboa, el más cercano a Madrid, confirma que la fecha de apertura en la capital será 2019 y explica que hasta entonces no pueden ofrecer más detalles. El establecimiento lisboeta dispone de una habitación aún más exclusiva: la Presidential Suite, que cuesta 15.000 euros por noche. No está confirmado si habrá una similar en la capital.
El proyecto, con una superficie de 50.000 metros cuadrados, afecta a una manzana de edificios —los situados en las calles de Alcalá 6, 8, 10, 12 y 14, plaza de Canalejas, 1, y Carrera de San Jerónimo, 7—, que pertenecían al Banco Santander y fueron vendidos en 2012 al Grupo Villar Mir por 215 millones de euros. Además del hotel, Centro Canalejas tendrá 22 viviendas exclusivas (de entre 125 y 350 metros cuadrados y con un precio de salida, el más barato, de 1,5 millones de euros) y una galería comercial de 15.000 metros cuadrados en la que se instalarán 40 marcas de lujo: “Aún no se pueden desvelar, estamos en proceso de comercialización”, señala la portavoz. El presidente de la constructora, Juan Miguel Villar Mir, llegó a decir que las viviendas que se construirán en el complejo serán "las más caras de Madrid".
El diseño es obra del estudio Lamela y contempla mantener las fachadas históricas del siglo XIX (declaradas bien de interés cultural) y volver a incluir 16.000 piezas catalogadas provenientes del interior original. Este es uno de los aspectos más polémicos de la reforma, que ya surgió en 2013, cuando el Ayuntamiento, entonces gobernado por Ana Botella (PP), aprobó el plan parcial; la oposición (PSOE e IU) votó en contra y varias asociaciones de arquitectos denunciaron que suponía “un expolio al patrimonio de la ciudad”. En 2015, Botella y Patrimonio paralizaron los trabajos, acusando a la constructora de demoler elementos protegidos. En octubre de ese mismo año, ya con Manuela Carmena (Ahora Madrid) al frente del Consistorio, se desbloqueó la operación: Villar Mir se comprometió a reducir la volumetría de los pisos superiores y se aparcó la estación de autobuses subterránea prevista inicialmente. Poco después, un juzgado volvió a paralizar las obras mientras la Fiscalía investigaba las posibles actuaciones ilegales contra el patrimonio.
El delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, explica las obras "se suspendieron unicamente durante unos días con una orden judicial que se levantó en poco tiempo. Además, señala que “la modificación del plan general aprobada en 2013 incrementaba la edificabilidad en 14.000 metros cuadrados, y nadie la recurrió”. El Ayuntamiento “negoció con la empresa para que redujera en 3.000 metros la edificabilidad y sustituyera la faraónica estación subterránea”, que ahora irá en superficie. Calvo destaca que, con el plan del Partido Popular, el Gobierno municipal debería gastar 40 millones de euros en el complejo (para aparcamiento y otras intraestructuras), mientras que ahora ese coste lo asumirá la constructora.
Un proyecto revisado en 2015
El grupo Villar Mir compró en diciembre de 2012 siete edificios de la plaza de Canalejas por 215 millones al Banco Santander. El Consistorio de Ana Botella (PP) aprobó el proyecto en 2013 y en 2014 se inició la obra para construir un centro comercial; un hotel de cinco estrellas de 211 habitaciones y 25 viviendas de lujo.
En 2015, el Ayuntamiento de Madrid, liderado ya por Manuela Carmena, redimensionó el proyecto: obligó a Villar Mir a rebajar el impacto visual del conjunto, retranquear la planta superior y anular la estación subterránea de bus. Con el cambio, las habitaciones del hotel se reducen a 200 y los pisos de lujo, a 22.
SI LOS MUY RICOS HUBIERAN SUFRIDO LA CRISIS NO HABRÍA ESTE MERCADO TAN ESCANDALOSO.
En 2015, el Ayuntamiento de Madrid, liderado ya por Manuela Carmena, redimensionó el proyecto: obligó a Villar Mir a rebajar el impacto visual del conjunto, retranquear la planta superior y anular la estación subterránea de bus. Con el cambio, las habitaciones del hotel se reducen a 200 y los pisos de lujo, a 22.
SI LOS MUY RICOS HUBIERAN SUFRIDO LA CRISIS NO HABRÍA ESTE MERCADO TAN ESCANDALOSO.
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