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domingo, 21 de febrero de 2016

OBLIGADOS A ENTENDERSE EL REY Y EL PRESIDENT

Felipe VI y Carles Puigdemont, en el Liceo, durante la inaugurción del MWC

Felipe VI reivindica la colaboración institucional por “el bien común”


El Rey y el president de la Generalitat coinciden por primera vez en la inauguración del Mobile en el Liceo.

El Rey Felipe VI reivindicó ayer ante el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que el “camino” para garantizar la prosperidad pasa por que todas las Administraciones trabajen juntas por “el bien común”. Durante el discurso de la cena oficial de apertura del Mobile World Congress, en Barcelona, el monarca evitó aludir al conflicto independentista , pero puso el acento en que el evento de telefonía es un ejemplo de cómo debe funcionar el compromiso entre las instituciones.
Esta era la primera vez en que el monarca y Puigdemont coincidían en un acto desde que éste fue investido presidente de la Generalitat el pasado 9 de enero. Las relaciones entre las dos instituciones han sido desde entonces inexistentes y han atravesado uno de sus peores momentos desde que el rey rehusó conceder la audiencia a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, que le pidió formalmente una entrevista para comunicarle oficialmente el nombramiento de Puigdemont, y la emplazó a hacerlo por escrito.
En un discurso ante 160 comensales en la Sala Foyer, en el Gran Teatro del Liceo, Felipe VI no reivindicó esta vez los valores de la Constitución para contrarrestar el independentismo. En unas palabras dirigidas en inglés y castellano y una pequeña parte en catalán, el Rey dio la bienvenida a los asistentes a la cena de gala señalando que el Congreso de telefonía busca “aunar esfuerzos e inteligencias para promover la prosperidad de todos”, señalando que España apuesta por las nuevas tecnologías. “La celebración del congreso en Barcelona y su consideración como capital Mundial del móvil es fruto desde hace años de la suma de esfuerzos y voluntades entre Administraciones —Ayuntamiento, Generalitat, Ministerio de Industria y la Fira— y su excelente colaboración con la GSMA”, afirmó. “Este es el camino para garantizar la prosperidad de todos: trabajar juntos teniendo como objetivo el bien común. El Congreso y la capitalidad de Barcelona, aquí y ahora, son buena prueba de esto último. Son un ejemplo de cómo el compromiso entre Administraciones impulsa el progreso colectivo y para las grandes cosas atiende mejor el interés de todos los ciudadanos”.
Felipe VI no lanzó ningún mensaje sobre la apuesta independentista. Tampoco Puigdemont hizo la menor reivindicación secesionista. En una especie de tregua por parte de la Generalitat ante el sector de la telefonía, el president solo se refirió que el congreso de telefonía evidencia que Barcelona y Cataluña están una vez más en la vanguardia. “Somos un país más global y competitivo que basa su economía en la creatividad, el talento, el espíritu empresarial y la innovación y con un profundo convencimiento de la responsabilidad social”, señaló haciendo alusión a la creatividad de Cataluña citando a Dalí, Gaudí y a los hermanos Roca, haciendo un guiño que provocó la risa de los comensales al subrayar el origen gerundense de los restauradores. No olvidó, eso sí, hacer una metáfora sobre las difíciles etapas que ha tenido que superar el Liceo a lo largo de su historia para defender que “no debemos resignarnos a la fatalidad ni al determinismo de no hay nada que hacer”.

Primer encuentro

La cita en el Liceo fue la primera en la que el Rey coincide con los presidentes de las instituciones catalanas, decantadas abiertamente hacia el independentismo. No faltó tampoco Raül Romeva, consejero de Exteriores de la Generalitat, cuyas funciones quedaron suspendidas de forma cautelar por el Tribunal Constitucional. La cena de gala estuvo precedida por un aperitivo en un salón, cerrado a la prensa. Ya en el salón del Foyer, el Rey presidió la mesa central acompañado de Puigdemont y el director general de GSMA, Mat Granryd. En frente, el ministro de Industria, José Manuel Soria se situó junto a Ada Colau y Forcadell.
En un discurso íntegramente en inglés, la alcaldesa alabó la importancia del evento y aseguró que el Consistorio de Barcelona había trabajado hasta “el último momento” para evitar la huelga de Metro convocada para este lunes y el miércoles. “Lamentamos los inconvenientes que puedan sufrir y que (la huelga) no merme el éxito del congreso”, afirmó. A la cena también se dieron cita empresarios como el presidente de Telefónica, César Alierta; el consejero delegado de Vodafone, Vittorio Colao; el presidente de Banc Sabadell, Josep Oliu, o el presidente de Freixenet, Josep Lluís Bonet.
NO QUEDA MÁS REMEDIO QUE HABLAR Y ENTENDERSE. LA PELA ES LA PELA.

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