Increíble pero cierto: añoran a la Policía Política
Podemos se ha permitido el lujo de anunciar una Policía Política adscrita a la Vicepresidencia al socaire de la corrupción y cooptados directamente por el nuevo poder político.
Casi al mismo tiempo que el gobierno chavista de Venezuela anunciaba el default (quiebra) de uno de los países más ricos de la tierra, Podemos hacía público su documento/base para iniciar las negociaciones con el PSOE, que sería rectificado tres veces en menos de 48 horas.
Pablo Iglesias y su muchachada tienen, al menos, la virtud de no cortarse un pelo a la hora de televisar urbi et orbi lo que dicen pretender llevar a cabo si la tómbola les fuera propicia. En realidad no hay nada nuevo: toda esa inmensa obra de teatro la hemos podido ver en los primeros años del coronel Chávez en ese país donde uno se tiene que limpiar el culo con una teja y el militar golpista radiotelevisaba los las nacionalizaciones y encautamientos. Aún así, hay cosas en esos 90 folios dirigidos por Íñigo Errejón que son dignas de estudio -y de su posterior carcajeo- porque llevan la firma de un partido que ha conseguido cinco millones de votos y su asentamiento en el Congreso tiene nada menos que 69 escaños.
Jueces y fiscales han salido en tromba a vomitar la exigencia podemita de ser militantes para poder vestir toga y repartir Justicia, algo de lo que podría aleccionarles el preso político Leopoldo López, 24 meses entre rejas que le han impedido asistir a las reuniones de la Internacional Socialista de la que es dirigente.
Sinceramente, lo que más me ha llamado la atención es que estos muchachos, a los que sus abuelos y padres les deberían haber enseñado lo que es un policía político porque algunos de ellos los sufrieron, se han permitido el lujo de anunciar una Policía Política adscrita a la Vicepresidencia del Gobierno al socaire de la corrupción y, cooptados directamente por el nuevo poder político y, naturalmente, comprometidos sus miembros con el “cambio” descamisado o bolivariano que dicen querer instaurar . ¡Acojonante!
Hay sin embargo, algo hilarante en sí mismo y en lo que podría coincidir con el programa. El intento determinado de “meter en cintura” al Gobierno de Estados Unidos. ¡Que tiemble Washington! Van a denunciar los Acuerdos Bilaterales y desmantelar toda su infraestructura militar/logística que tiene en suelo español. ¡Con un par! Lástima que sea un mero brindis al sol porque yo me apunto a eso.
En definitiva, lo he dejado escrito en muchas ocasiones: en Pablo Iglesias lo que realmente tiene valor son los hechos. Las palabras son hueras y volátiles.
UNA DERIVA MUY PELIGROSA PARA UNA DEMOCRACIA EUROPEA.
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