Me he tropezado en las redes sociales con un cartel en donde se ven a Karl Marx y a Jesús de Nazaret sentados en un banco estableciendo este dialogo: KM - «Tú fuiste el primer comunista...»; JN - «¡Sí! ¡Y no creí que los pobres fuesen tan pendejos en defender a los ricos!». Hay una deconstrucción para introducir una idea falsa sobre la inutilidad cristiana.
Ciertas ideologías populistas intentan confundir a los jóvenes para que consideren que todo el pasado (la historia) es rechazable, y les mienten con la mala intención de crear una masa fácil de manipular desde la mentira populista. Aunque desde luego es cierto que las primeras comunidades cristianas fueron comunistas, no es menos cierto que defendían la libertad individual y el derecho a equivocarse de los otros (teniendo además el deber de perdonar las equivocaciones). ¿Defenderán esas ideologías que veneran el comunismo del siglo XX y XXI el derecho a equivocarse y la libertad para hacerlo? ¿Repudiarán los genocidios de Stalin, la falta de libertad de opinión con penas de muerte y cárcel, y los gulags de «Un día en la vida de Iván Denisovich»? No, no lo harán. Siguen defendiendo la de-construcción de la realidad para implantar un autoritarismo global que anule toda libertad individual. Pero es que además mienten, pues el mensaje de Jesús de Nazaret afirma todo lo contrario, algo que expresado en términos de su lenguaje sería: «Creo que los ricos son unos pendejos si no defienden a los pobres» o bien en el lenguaje correcto: «Les digo la verdad, es muy difícil que una persona rica entre en el reino del cielo» (Mateo 19:23-26). Todo esto me hace concluir que: la maldad existe y suele acertar; y, asimismo, que la bondad existe y, de buena que es, es tonta y se equivoca. Es tal este asunto, que tal parece que a la equivocada bondad le espera el desprecio y al acertado líder ideológico la aclamación y el triunfo.
La humanidad ha dejado de utilizar el tiempo para transmitir sus logros a las nuevas generaciones, porque estas renuncian a la educación o aprendizaje de la historia aceptando las cosas banales y fáciles de las redes sociales. «Si una persona les hace una propuesta y les dice que ignoren la historia, que no recojan la experiencia de los mayores, que desprecien todo lo pasado y que solo miren el futuro que ella les ofrece, ¿no es una forma fácil de atraparlos con su propuesta para que solamente hagan lo que ella les dice? Esa persona los necesita vacíos, desarraigados, desconfiados de todo, para que solo confíen en sus promesas y se sometan a sus planes. Así funcionan las ideologías de distintos colores, que destruyen (o de-construyen) todo lo que sea diferente y de ese modo pueden reinar sin oposiciones» (Fratelli tutti - Papa Francisco I).
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