ESTAMOS EN MANOS DE DELINCUENTES
Soy una persona que lleva viajando más de veinticinco años en el servicio de tren que ofrece Renfe-Feve.
El pasado día 7 de marzo de este año, yendo a trabajar a Oviedo como cada día, en Renfe convencional, en el horario de tarde-noche, voy a coger el tren de las 20.50 horas, como cada día.
Ese día habían suprimido dicho servicio y el anterior. Llamo a información y no me contestan; llamo al CGO, me contestan y me responden diciéndome “que ponen taxis, pero que no me pueden confirmar a qué hora llegará el taxi”.
Pasados unos 30 minutos, llega un taxi y me subo a él y ya subido en el taxi llega el maquinista y me dice que un señor que está allí también va para Oviedo.
El taxi va directo, para en Oviedo, a la estación de tren. Pero cuál es mi sorpresa, que dice el taxista que son 40 euros, que le tengo que abonar el viaje.
Mi respuesta es: “Yo no te pago porque el taxi lo paga Renfe”. Ante mi negativa a pagarle dice que llamaba a la Policía. Y mi respuesta fue: “Llama a quien te dé la gana”. Al momento llegan dos patrullas de la Policía Local de Oviedo, se bajan dos agentes y me dicen que tengo que pagarle porque es un transporte público.
Mientras tanto, el señor que viajó conmigo en el taxi en cuestión de minutos desapareció.
Acabé pagando los cuarenta euros y pedí factura al taxista con su DNI y el mío. Al día siguiente, 8 de marzo, voy a hacer la reclamación correspondiente a las oficinas de Renfe en Oviedo con la factura del taxi.
Me llega la contestación el viernes 24 de mayo y la respuesta de gerencia de viajeros es: “Queremos indicarle que según nuestros registros el taxi que nos indica no fue solicitado por Renfe”.
Entonces yo me pregunto: ¿Cómo es que el taxi apareció en la estación?
Viajar a diario y ver a gente en el tren con los pies en los asientos y fumando es vergonzoso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario