PASIVIDAD TOTAL.
Hoy se consumó la tiranía sanchista sin una oposición contundente, como sería de esperar, más allá de las pataletas de la gente decente que se ve pisoteada por el rodillo de un arribista profesional dispuesto a todo con tal de seguir en el poder. No respeta nada, pacta con los mismos corruptos y delincuentes delante de todos sin que los españoles reaccionen a tamaña corruptela institucional.
La oposición está en clara minoría a pesar de ser los ganadores de las elecciones. La Fiscalía, Audiencia Nacional, el Supremo, Constitucional... todos estos organismos asumirán esta indecente forma de hacer política sin vergüenza alguna: comprar el poder con una amnistía a medida de los corruptos, delincuentes y fugados es corrupción como una casa de grande. Me recuerda aquellas películas del Oeste donde los bandidos colocan al sheriff y se adueñan de la ley, ellos son la justicia, pero, ¡ojo!, siempre las gentes del pueblo reaccionan oponiéndose a que las leyes y quienes las defienden sean cosas de los proscritos. ¿Aquí aceptaremos que Puigdemont coloque la placa de sheriff a Pedro y sea un mandado del jefe de los corruptos y delincuentes convirtiéndolo en hombre limpio por su afán de poder?
Hablamos de una amnistía que se sacan de la manga y aprueban los mismos beneficiados por ella. Donde se regalan y reparten impunidad y poder a sí mismos. Es corrupción en todo su jugo. Es reparto del botín.
Luego dicen que serán implacables contra la corrupción: este Gobierno perdió la dignidad. Nosotros somos copartícipes al legitimarlo con nuestro silencio y acatamiento sin esa rebeldía democrática exigida en una sociedad que se precie defensora de la decencia, la igualdad de todos ante la ley, la separación de poderes, el Estado de derecho y una democracia limpia.
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